En 2021, un grupo de científicos de China y Reino Unido encontró algo increíble: un embrión de dinosaurio perfectamente conservado dentro de un huevo fosilizado. El fósil apareció en Ganzhou, una ciudad del sur de China, y tiene entre 66 y 72 millones de años.
Este embrión, conocido como “Baby Yingliang”, pertenecía a un ovirraptor, un tipo de dinosaurio terópodo. Su estado de conservación y la postura en la que se encontraba fueron detalles que llamaron la atención de los expertos. La forma en la que estaba doblado dentro del huevo se parece mucho a la posición de las aves antes de nacer.
¿Por qué este embrión es tan especial?
El embrión estaba completo y permitía observar detalles como la cabeza, las patas y la columna vertebral. Estaba en una postura muy parecida a la que adoptan las aves poco antes de romper el cascarón. Esa posición se llama “tucking” y es clave para que puedan salir del huevo.
Este hallazgo sugiere que los dinosaurios ya tenían comportamientos similares a los de las aves actuales. Eso refuerza la idea de que las aves evolucionaron a partir de los dinosaurios terópodos. El embrión de dinosaurio perfectamente conservado nos da una imagen clara de cómo pudo haber sido ese proceso.
El huevo fosilizado: una cápsula del pasado
El huevo fosilizado medía unos 17 centímetros. Se cree que el animal habría alcanzado entre 27 y 30 centímetros si hubiera nacido. Este tipo de huevo es típico de los ovirraptores, una familia de dinosaurios terópodos que vivió en Asia y América del Norte.
Aunque el fósil fue descubierto hace más de 20 años, nadie lo había estudiado a fondo. Estaba guardado en la colección del Museo de Historia Natural de Piedra de Yingliang. Durante una revisión, los investigadores notaron que dentro del huevo había un embrión muy bien conservado. Hasta los huesos más frágiles, como los de la mandíbula, se mantenían intactos.
La importancia del embrión de dinosaurio perfectamente conservado para la ciencia
Este embrión de dinosaurio perfectamente conservado es uno de los más completos jamás encontrados. Ofrece una oportunidad única para estudiar cómo crecían los dinosaurios dentro del huevo. También ayuda a entender cómo se relacionan con las aves actuales.
La posición del embrión sugiere que el comportamiento de tucking podría haber surgido mucho antes de lo que se pensaba. Además, permite estudiar cómo se reproducían los dinosaurios terópodos y cómo cuidaban de sus crías.
Los ovirraptor y su conexión con la evolución de las aves
El nombre ovirraptor significa “ladrón de huevos”, aunque hoy se sabe que probablemente cuidaban sus propios nidos. De hecho, algunos fósiles muestran a estos dinosaurios sentados sobre sus huevos, como hacen muchas aves hoy.
Este embrión confirma que esos comportamientos aparecieron antes de que existieran las aves. Los ovirraptores son una pieza clave para entender cómo evolucionaron las aves a partir de los dinosaurios. Sus cuerpos pequeños, picos sin dientes y patas emplumadas ya mostraban esa transición.
Lo que puede venir después
Este descubrimiento puede motivar a los científicos a revisar otras colecciones de fósiles. Muchos huevos fosilizados aún no han sido estudiados con herramientas modernas como la microtomografía computarizada, que permite ver el interior sin romperlos.
Cada nuevo embrión puede revelar algo más sobre los dinosaurios terópodos. Pueden aclarar cómo nacían, cómo vivían y cómo surgieron las aves. El embrión de dinosaurio perfectamente conservado es solo el inicio de lo que podríamos aprender.