Para nadie es un secreto que la pandemia por el covid-19 ocasionó una fuerte crisis económica mundial en la que se viene trabajando desde el año pasado; sin embargo, los esfuerzos parece que han sido insuficientes porque al parecernos enfrentamos a lo que podría ser una situación aún más fuerte.
La razón es que uno de los bancos más grandes de Europa provocó turbulencias en los mercados mundiales el miércoles en medio de temores de que esté al borde de un desastre financiero.
Justamente fueron las acciones del prestamista suizo que cayeron más del 20% después de que el presidente de su mayor patrocinador, el Banco Nacional Saudita, dijera que no brindará más apoyo financiero, a pesar de que considera a Credit Suisse como un banco fuerte y está contento con su plan de recuperación.
Después del cierre de los mercados europeos, el Banco Nacional Suizo dijo en un comunicado que proporcionaría liquidez adicional a Credit Suisse si fuera necesario. Las acciones que cotizan en EE. UU. redujeron algunas de sus pérdidas tras la noticia y cerraron con una caída de alrededor del 14%.
Posible nueva crisis bancaria
Los crecientes temores de una nueva crisis bancaria han llevado a los expertos financieros a comenzar a reevaluar los pronósticos de crecimiento económico, y algunos predicen que los bancos centrales pronto tendrán que comenzar a reducir las tasas de interés.
En un comunicado, Credit Suisse dijo que estaba tomando «medidas decisivas» para «brindar valor a nuestros clientes y otras partes interesadas».
Los funcionarios del Banco de Inglaterra estaban en conversaciones con sus contrapartes, ya que todos se apresuraron a evaluar el impacto potencial de los problemas en Credit Suisse, una institución de «importancia sistémica» que está involucrada en el sistema financiero mundial.
Los expertos predijeron que requerirá un rescate para evitar un colapso que sacudiría a los bancos y fondos de pensiones de todo el mundo.
Un posible escenario
Sin embargo, los principales economistas advirtieron que el colapso de Credit Suisse tenía el potencial de alterar la recuperación de los choques gemelos de la pandemia y la guerra en Ucrania.
Nouriel Roubini, apodado Dr. Doom por predecir correctamente la crisis financiera, describió la crisis que rodea a Credit Suisse como un «momento Lehman» para los mercados europeos y globales.
Dijo que el banco era «demasiado grande para quebrar y demasiado grande para ser salvado». “Un aterrizaje forzoso económico y financiero ha sido mi línea de base durante más de un año. Ahora es claramente inevitable”, agregó.
Si bien aún se espera que la economía se reduzca en un 0,2% este año, la OBR ya no cree que entrará en una recesión técnica, definida como dos trimestres consecutivos de declive económico.
Su pronóstico anterior mostraba una caída del 1,4% y pronosticaba una recesión que duraría más de un año.
No obstante, la OBR dijo que la carga fiscal de Gran Bretaña sigue en camino de alcanzar un nuevo récord de posguerra.
Se esperaba que casi seis millones de personas se vieran empujadas a tramos impositivos más altos por la decisión de congelar los umbrales del impuesto sobre la renta hasta 2028. Andy King, miembro del comité ejecutivo de la OBR, describió la incursión fiscal de Hunt como un «freno fiscal a los turbocompresores».
La OBR también advirtió que los hogares aún enfrentan la mayor reducción de dos años en el nivel de vida que se haya registrado.