Mudarse a otro país como migrante es una decisión importante en la vida y más si es al lado de tu familia, por lo que genera una mayor responsabilidad.
La facilidad para inmigrar es un factor importante que hace que esta transición sea más sencilla y cómoda.
Ya sea que estés tratando de encontrar más oportunidades laborales, mejorar las condiciones de vida o simplemente buscar un cambio de escenario, sería útil conocer los mejores países para migrar en este momento.
Estos países son algunos de los lugares más amigables con los migrantes y que ofrecen una alta calidad de vida para ti y tu familia en varios aspectos fundamentales.
Nueva Zelanda
Este país es mejor conocido por sus condiciones de vida, calidad de vida, mejores instalaciones médicas, beneficios sociales y educación gratuita para niños en universidades y escuelas estatales.
Nueva Zelanda es famosa por su excepcional equilibrio entre vida laboral y personal, lo que la convierte en un destino atractivo para quienes buscan un estilo de vida más saludable.
La cultura laboral del país enfatiza la flexibilidad, lo que permite a los empleados equilibrar sus responsabilidades profesionales con sus intereses personales y su tiempo en familia.
Con horarios de trabajo estándar y generosas políticas de licencias, que incluyen licencia por maternidad y vacaciones anuales, los neozelandeses disfrutan de tiempo de sobra para relajarse y recargar energías.
Además, el impresionante entorno natural y las numerosas actividades al aire libre brindan el escenario perfecto para relajarse después del trabajo.
Este enfoque equilibrado del trabajo y la vida contribuye al bienestar general y a la satisfacción laboral, haciendo de Nueva Zelanda un lugar ideal para vivir y trabajar.
Australia
La tierra del emblema floral, la tierra de las acacias doradas y los encantadores koalas y canguros es un lugar espléndido para la inmigración australiana.
Australia es un país increíble con las “mejores” oportunidades laborales, becas y financiación para programas de estudio, estándares de vida, beneficios de atención médica y un entorno natural impresionante.
Después de obtener una residencia permanente, el solicitante también puede patrocinar a su familia y establecerse con ellos.
El gobierno de Australia está invitando a personas de todo el mundo a migrar a su país debido a las necesidades sociales y económicas.
Australia tiene los mejores laboratorios e institutos de investigación. Los estudiantes desean cursar estudios superiores en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería, entre otras carreras.
Los estudiantes y profesionales buscan la residencia permanente para emigrar a Australia y echar raíces.
España
Como ya hemos comentado, España es una gran opción porque, en el sentido legal, obtener un permiso de residencia para vivir y trabajar en el país es bastante accesible.
Además, una vez que te hayas instalado, verás que la calidad de vida también es estupenda.
El equilibrio entre vida laboral y personal es importante, el descanso es sagrado y una buena copa de vino es necesaria.
En este país, hay muchas opciones para los ciudadanos de América Latina que planean mudarse a España para vivir y trabajar. Obtener un visado es muy fácil.
Por ejemplo, si usted está planeando retirarse en el país, la visa no lucrativa es perfecta para usted.
O si sueñas con trabajar remotamente en España, entonces tienes la visa de nómada digital.
Siempre que cumplas con todos los requisitos del permiso de residencia, no deberías tener ningún problema para obtenerlo.
Los beneficios de la migración
La migración ha demostrado ser un motor clave del crecimiento económico en muchos países.
Chile es un claro ejemplo: según un estudio reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En 2017 los inmigrantes latinoamericanos representaban solo el 3,5% de la fuerza laboral empleada en el país, pero contribuyeron con el 11,5% del crecimiento económico entre 2009 y 2017.
Esto significa que su contribución fue significativamente mayor de lo que sugeriría su participación en la fuerza laboral activa.
Los migrantes, generalmente jóvenes y en edad laboral, aportan sus habilidades, conocimientos y energía al mercado laboral.
Su impacto es especialmente evidente en sectores donde la mano de obra local es insuficiente o está en declive.