El presidente de Venezuela (por ratificar) Nicolás Maduro ha conseguido en los últimos años la libertad de su principal financista y de dos de sus sobrinos en intercambios de prisioneros con los Estados Unidos.
Pero muy contrario, Caracas ha estado acumulando detenidos extranjeros, incluidos estadounidenses, que según los analistas podrían servir como moneda de cambio con la administración entrante de Trump y los gobiernos aliados.
Más de 50 titulares de pasaportes extranjeros han sido detenidos por las fuerzas de seguridad de Venezuela desde fines de julio pasado.
Según las informaciones que salen de Miraflores, la mayoría de los detenidos estarían bajo acusaciones de espionaje o terrorismo.
El más reciente extranjero detenido
Uno de los últimos extranjeros retenidos fue Nahuel Gallo, de 33 años, cabo de la gendarmería Argentina.
Arrestado el 8 de diciembre pasado cuando viajaba a Venezuela para pasar las fiestas con su esposa y su hijo pequeño.
Gallo fue acusado de terrorismo en un caso que enfureció al presidente argentino Javier Milei. Su gobierno califica la detención de secuestro.
La administración de Milei ordenó una redada diplomática para asegurar la liberación de Gallo, pero su acción política se vio obstaculizada por la ausencia de apoyo inmediato de Brasil, Colombia, México y Naciones Unidas.
Maduro ha recurrido cada vez más a rehenes como palanca ante adversarios extranjeros y como posible acción de canje en caso de querer escapar de Venezuela y entregar el poder.
Maduro le copia a Bashar al Assad
Tras la caída del gobierno del autócrata sirio Bashar al Assad, el venezolano Nicolás Maduro —que también era uno de los aliados de Al Assad— parece estar intentando evitar un destino similar.
Con eso en mente, parece estar adoptando la táctica que le permita ganar influencia con naciones hostiles; esto a través de encarcelar a extranjeros y utilizarlos como palanca para negociar una salida pacífica del poder.
El periodista de Infobae Román Lejtman escribió recientemente un artículo en el que señala que países como Argentina, Colombia y Estados Unidos creen que Maduro está siguiendo esta estrategia.
Nicolás, ya ha detenido a unos 20 presos políticos que estaría dispuesto a liberar a cambio de que se les permita partir a Cuba o Rusia, los dos aliados más fuertes del país, sin repercusiones legales.
Esta no sería la primera vez que el régimen de Maduro retiene a presos políticos con la esperanza de llegar a un acuerdo.
Saab, su mayor victoria con esta formula
En diciembre de 2023, Maduro intercambió a su supuesto testaferro Alex Saab por diez ciudadanos estadounidenses presos en Venezuela.
Saab había sido extraditado de Cabo Verde a Florida para ser juzgado por diferentes casos de corrupción, y Joe Biden aceptó su liberación a cambio de los secuestrados por Maduro.
Ahora, Infobae informa que el gobierno de Maduro está considerando la táctica si la estabilidad política se vuelve cada vez más complicada antes de la toma de posesión de este 10 de enero de 2025..
Recordemos que Maduro se adjudicó la victoria en las elecciones presidenciales de julio de 2024, pero no ha mostrado documentación que respalde su triunfo como si lo hizo el opositor Edmundo González.
La oposición, a su vez, presentó los recuentos de votos de cientos de urnas que mostraban que su candidato, ganó de manera aplastante.
Desde entonces, ha huido a España tras las amenazas en su contra, pero tiene la intención de regresar a Venezuela el 10 de enero para según él tomar posesión del cargo presidencial (un hecho que ha generado intriga en la población y la comunidad internacional.
Sin embargo, Maduro probablemente podría aprovechar la situación política en Estados Unidos, así como la fractura ideológica en América Latina para negociar una posición de fuerza.
El apoyo de Rusia
Los informes sobre una posible fuga de Maduro se producen en un momento en que el autócrata sirio, que gobernó durante décadas, cayó rápidamente tras más de una década de guerra civil, lo que llevó a la caída de su gobierno y a una eventual huida secreta a Rusia.
Tres fuentes cercanas al gobierno ruso dijeron a Bloomberg News que sus agentes convencieron al dictador de que perdería una pelea con los rebeldes y que necesitaba huir del país de inmediato.
Según se informa, Assad siguió el consejo y huyó de Damasco sin avisar a sus asesores y amigos más cercanos por si lo traicionaban.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó personalmente el rescate de Assad y ha garantizado su seguridad en el exilio.
- Imagen de portada tomada/Agencia de noticias Reuters