Un nuevo ataque de La Llorona en Colombia ha causado revuelo entre los habitantes de Altos del Rosario, Bolívar. Un subintendente de la Policía Nacional aseguró haber sido agredido por una figura espectral que, según su testimonio, se parecía a la mítica mujer vestida de blanco que llora por sus hijos.
El uniformado Jhon Ramírez contó que, durante su ronda en la madrugada del 31 de julio, se topó con una mujer que lloraba desconsoladamente. Al intentar acercarse, ella le gritó que él le había quitado a sus hijos y luego lo atacó. Las heridas en su rostro fueron atendidas en un centro médico local.
El testimonio del policía genera impacto en la comunidad
El testimonio de policía no tardó en circular por redes sociales y medios locales, acompañado de imágenes de sus lesiones. La comunidad reaccionó con asombro y temor. En especial, porque algunos habitantes ya habían reportado apariciones en Bolívar días antes del suceso. Coincidían en la descripción: una figura femenina con vestidura blanca, cerca del río Magdalena.
Los comentarios en redes reflejan la división de opiniones. Algunos creen firmemente que se trató de la temida Llorona. Otros piensan que pudo haber sido una persona disfrazada o incluso un caso de estrés extremo.
Autoridades investigan el ataque de La Llorona en Colombia
Hasta ahora, la Policía no ha emitido un comunicado formal que confirme lo sucedido como un hecho sobrenatural. Sin embargo, el caso fue remitido a las autoridades internas para su análisis. La falta de testigos y de registros en cámaras de seguridad complica las pesquisas.
El relato del subintendente ha sido tomado en serio por sus superiores. A pesar de que algunos consideran que se trató de una experiencia producto del agotamiento, las heridas visibles fortalecen la versión de un ataque físico real. Esto ha dado más peso a lo que ya muchos llaman el más reciente ataque de La Llorona en Colombia.
La leyenda de La Llorona sigue presente en la cultura popular
La leyenda de La Llorona tiene una fuerte raíz en la tradición oral de Colombia. Se ha transmitido de generación en generación, especialmente en zonas rurales. Describe a una mujer que, tras perder a sus hijos o haberlos matado, vaga por los caminos lamentándose eternamente.
El relato de Ramírez se suma a muchos otros casos parecidos. En Huila, Tolima, Magdalena y Bolívar, son comunes los testimonios de apariciones en caminos rurales o riberas de ríos. Aunque la ciencia ofrece explicaciones racionales, el miedo permanece en muchas comunidades.
Este nuevo episodio ha reforzado las creencias de quienes aseguran haber visto a la Llorona. También ha llevado a muchos a compartir experiencias similares que antes habían mantenido en silencio.
Figuras fantasmales o efectos psicológicos
Expertos en salud mental han indicado que situaciones de alto estrés, como las que enfrentan los policías en patrullajes nocturnos, pueden provocar alucinaciones. La oscuridad, el aislamiento y la tensión constante son factores que alteran la percepción.
No obstante, en este caso, las heridas del subintendente hacen difícil descartar la intervención de un agresor físico. Mientras tanto, la investigación sigue abierta y el caso se mantiene bajo reserva. Las versiones continúan creciendo, lo que ha consolidado este suceso como un ataque de La Llorona en Colombia que no ha pasado desapercibido.
La historia se viraliza en redes y medios
Las redes sociales se inundaron de comentarios, memes, fotos y videos relacionados con el suceso. Algunos usuarios compartieron supuestas grabaciones de la figura fantasmal en zonas cercanas. También se han difundido testimonios de personas que aseguran haber tenido encuentros similares en otros departamentos del país.
En programas de radio locales, se recibieron llamadas de oyentes que contaron sus propias historias. La figura de La Llorona, lejos de desaparecer con el tiempo, ha regresado al centro de las conversaciones.
La comunidad de Altos del Rosario permanece atenta. Muchos evitan salir por las noches. Otros aprovechan para compartir leyendas que reviven cada vez que un nuevo caso como este sacude la tranquilidad del pueblo.