Reconocido por por la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) en 1937, el océano Austral perdió esta designación en 1953, desatando una controversia cuyos ecos resuenan hasta el presente.
En 1999, la Junta de Nombres Geográficos de EEUU adoptó el término océano Austral y aunque ha sido reconocido desde hace tiempo por científicos, el consenso internacional para nombrarlo oficialmente llegó hasta dos décadas después.
Así fue como desde el pasado 8 de junio de 2021, la National Geographic Society reconoce al océano Austral como el quinto océano del mundo.
Lo que debe saber
A diferencia de los demás océanos, cuya extensión se define a raíz de los continentes que los limitan, el Océano Antártico se mantiene en su sitio gracias a la Corriente Circumpolar Antártica.
Debido a que en las latitudes más bajas la masa continental es menor que en el Ártico, la corriente formada hace 34 millones de años fluye casi libremente de oeste a este.
Y va por todo el alrededor de la Antártida, en una banda fluctuante que se ubica aproximadamente en latitud de 60 grados sur.
En este punto el agua es más fría y menos salada que en los océanos colindantes.
El océano Austral no sólo contribuye a almacenar carbono en las profundidades marinas e impulsar la cinta transportadora oceánica, impulsando un flujo de calor que influye en el clima global de forma decisiva.
La corriente alrededor del Ártico también resguarda ecosistemas marinos únicos como el archipiélago de Georgia del Sur, el territorio de vida salvaje más poblado en esta región del mundo.
Lo anterior, genera efectos ecológicos no se limitan a la diversidad de pingüinos, elefantes y lobos marinos. También a las aves marinas y ballenas jorobadas que migran al norte con la llegada del invierno.
Expertos
Alex Tait, geógrafo de la National Geographic Society, dijo que “el océano Austral ha sido reconocido por los científicos durante mucho tiempo, pero como nunca hubo un acuerdo nunca lo reconocimos oficialmente”.
Los geógrafos debatieron si las aguas alrededor de la Antártida tenían suficientes características únicas para merecer su propio nombre.
O si eran simplemente extensiones frías del sur de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico, señala la experta.
Para la bióloga marina y exploradora de National Geographic, Sylvia Earle, “hay un solo océano interconectado”.
Dijo Alex que felicita a National Geographic por reconocer oficialmente el cuerpo de agua que rodea la Antártida como el océano Austral”.
Agregó que, “bordeado por la veloz Corriente Circumpolar Antártica, es el único océano que toca otros tres y abraza completamente un continente en lugar de ser abrazado por ellos”.
Un entorno como ningún otro
Por ahora, al cercar las gélidas aguas del sur, la ACC ayuda a mantener fría la Antártida y el océano Austral ecológicamente distinto. Miles de especies viven allí y en ningún otro lugar.
El océano Austral “abarca ecosistemas marinos únicos y frágiles que albergan una maravillosa vida marina, como ballenas, pingüinos y focas”, señala el explorador de National Geographic Enric Sala.
Además, el océano Austral también tiene efectos ecológicos en otros lugares.
Las ballenas jorobadas, por ejemplo, se alimentan de krill frente a la Antártida y migran hacia el norte para pasar el invierno en ecosistemas muy diferentes frente a América del Sur y Central.
Algunas aves marinas también migran hacia adentro y hacia afuera.
Los impactos de la pesca industrial en especies como el krill y la austromerluza (que se comercializa como lubina chilena) han sido una preocupación en el océano Austral durante décadas.
En 1982, se impusieron límites de captura en la región. El área marina protegida (AMP) más grande del mundo se estableció en el mar de Ross frente a la Antártida occidental en el año 2016.
Varias organizaciones están trabajando para reservar más el AMP para proteger las zonas de alimentación más críticas del océano Austral, por ejemplo, frente a la Península Antártica.
- Imagen de portada tomada/ Diario AS