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El peligro de vivir cerca de una base nuclear

La radiación "ni se ve ni se huele, pero sus efectos son a largo plazo y dañarán la salud y el medio ambiente durante años", dicen los expertos.

La salud de miles de personas que viven cerca del centro de pruebas nucleares de Corea del Norte estaría en peligro.

Esto según los expertos por la diseminación de residuos atómicos a través del agua.

Expertos coinciden en que puede afectar también a alimentos norcoreanos exportados ilegalmente a otros países, según un estudio reciente.

La ONG surcoreana Transitional Justice Working Group (TJWG), considera que entre 270.000 y 540.000 personas viven en un radio de 40 kilómetros en torno al centro de pruebas de Punggye-ri (noreste del país).

Asimismo, peligran quienes viven en las zonas regadas por los arroyos Namdae y Monte Mantap-Changhung.

Punggye-ri, situado en la provincia de Hamgyong del Norte, a unos 380 kilómetros al noreste de Pionyang, ha albergado las seis pruebas nucleares subterráneas realizadas por el régimen norcoreano.

El último de estos tests, el de septiembre de 2017, equivalió al estallido de al menos 140.000 toneladas de TNT y generó un terremoto artificial de magnitud 6,3 en la escala de Richter.

Preocupación por el consumo de agua

Según TJWG, la manera en la que los hogares en la región obtienen agua es “preocupante”.

Un censo de 2008 indica que el 15 % de las familias en la zona potencialmente afectada usa para beber aguas subterráneas, de pozos, manantiales etc.

Agrega el informe que la falta crónica de electricidad hace inservibles la mayor parte del tiempo las estaciones de bombeo, por lo que el volumen seguramente sea mayor.

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Para analizar el impacto potencial de estos tests sobre los acuíferos en el país, la ONG empleó además datos existentes sobre las detonaciones nucleares,

Esta información consta de 800 entrevistas con desertores en la última década para completar información sobre localizaciones y demás contexto.

El estudio parte de las premisas como lo sucedido cuando el Gobierno surcoreano decidió someter en 2017 y 2018 a tests de exposición radiológica y otras pruebas a 40 desertores norcoreanos.

De los 40, nueve (el 22,5 %) mostraron alteraciones cromosómicas que se creen derivadas de su exposición a los isótopos radiactivos producto de las explosiones subterráneas.

Los resultados de esos test también mostraron que aquellos que permanecieron en el condado de Kilju, donde está Punggye-ri, hasta el periodo entre el tercer y sexto ensayo nuclear (2013-2018) mostraron mayores niveles de radiación absorbida y de alteraciones cromosómicas.

Podría contaminar el mar de Japón

El arroyo Changhung, que se alimenta de los cuerpos de agua que nacen en el monte Mantap, genera preocupación porque desemboca en el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas).

Es por ello que no solo los productos del campo en esta región pueden haberse visto afectados por la radiación residual.

Este estudio advierte que en países vecinos como Corea del Sur, China y Japón, donde se sabe que el régimen ha logrado vender alimentos, también pueden estar en riesgo.

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TJWG pone como ejemplo productos típicos del condado de Kilju que son muy apreciados en Asia nororiental como los hongos de pino (Tricholoma matsutake).

Muchos de los desertores entrevistados por la organización aseguraron que la recolecta de estas setas ha continuado después de 2006 incluso dentro de las zonas restringidas en torno a Punggye-ri.

Lo que recomienda la ONG

Esta ONG, recomienda a Corea del Norte y China hacer investigaciones a fondo sobre los efectos de las pruebas nucleares y publicar sus resultados

A su vez, a Seúl le exigen difundir los análisis completas de los 40 desertores a los que se examinó.

Al tiempo, piden que se les haga un test a los cientos de norcoreanos residentes en el Sur.

Pide además reforzar de manera generalizada los controles e inspecciones de alimentos agrícolas y pesqueros que puedan proceder de Corea del Norte.

¿Cómo afecta la radiación nuclear?

La radiación “ni se ve ni se huele, pero sus efectos son a largo plazo y dañarán la salud y el medio ambiente durante años”.

Así describe las consecuencias del accidente nuclear ocurrido en una central japonesa, Eduard Rodríguez-Farré, radiobiólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

En una entrevista con la agencia Efe, Rodríguez-Farré, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, aseguró que ya han medido contaminantes como el yodo o el cesio en la radiación liberada en Fukushima.

Explica el experto que los contaminantes con mayor consecuencia son; el yodo, el estroncio 90 y el cesio (C-137).

  • Imagen de portada tomada/ diariodeibiza.es
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