Puede que no sean tan frecuentes como en los adultos mayores de 60 años, pero las personas de entre 15 y 39 no están libres de riesgos de desarrollar cáncer.
De hecho, creer que esta enfermedad es “cosa de gente mayor” puede provocar una detección tardía y un pronóstico irreversible.
Daniel Stark, líder de la Unidad de Oncología de Adolescentes y Jóvenes Adultos en Reino Unido, le dijo a la BBC Mundo que, “Estamos lejos de tener el nivel de conciencia y conocimiento público adecuado sobre el cáncer en adultos jóvenes”.
Según varios especialistas algunos de los cánceres o grupos de cánceres más comunes entre los 15 y los 39 años de edad a nivel mundial son:
- Tumores cerebrales.
- El cáncer de mama.
- Cáncer de cuello uterino.
- La carcinomas: especialmente en el aparato digestivo.
- Cáncer en genitales (testículos y ovarios).
- El cáncer de tiroides.
- Linfomas.
Dado que entre los 15 y 39 años ocurren muchos cambios morfológicos importantes, la incidencia de estos cánceres varía considerablemente según la edad.
Annalisa Trama, especialista del Instituto Nacional de Tumores de Milán en Italia, dijo que, “las personas entre 29 y 39 años, los carcinomas son mucho más comunes que en edades más tempranas”.
Estos son lo más peligrosos
Daniel Stark, líder de la Unidad de Oncología de Adolescentes y Jóvenes Adultos en Reino Unido dijo al medio europeo que, los tumores que representan un mayor reto para adolescentes y adultos jóvenes son los tumores cerebrales y los carcinomas.
Agregó que, especialmente los alojados en el tracto digestivo son a los que se les teme.
El profesional de la salud recalcó que, “los tumores cerebrales son un reto porque las posibilidades de tratamiento y los pronósticos de recuperación son extremadamente pobres”.
El Servicio Nacional de Salud británico explica que los tumores cerebrales pueden manifestarse con dolores de cabeza, convulsiones, mareos, naúseas recurrentes.
También, produce problemas de memoria, cambios de personalidad, debilidad y parálisis progresivas en una parte del cuerpo y problemas de visión o habla.
En el caso de los tumores del aparato digestivo, el reto se encuentran en que están siendo una “zona cambiante en la epidemiología cancerígenea”.
Otra opinión
Para la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, los síntomas de cánceres en el aparato digestivo pueden incluir pérdida de apetito, bajada inesperada de peso, dolor y malestar abdominal.
Al igual que sensación de pesadez estomacal tras comida liviana, acidez, naúseas, vómitos, hinchazón abdominal, sangre en las heces y anemia.
La organización aclara que estos síntomas son también comunes a otras enfermedades, pero si persisten debe acudirse al médico para esclarecer las causas.
Sobrediagnósticos y subdiagnósticos
Encontrar un balance entre el problema de los sobrediagnósticos y subdiagnósticos está siendo uno de los mayores desafíos médicos al lidiar con el cáncer en adolescentes y adultos jóvenes.
Por una parte, existe una proporción sustancial de jóvenes con cánceres que nunca son diagnosticados.
Para Ronald Barr, profesor emérito de pediatría en la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá, “la mayoría vive en países de bajos y medios ingresos (en regiones como Sudamérica, África y sudeste asiático), que desafortunadamente es donde la mayor cantidad de gente vive”.
Explica el experto que, “muchos pacientes de estas regiones puede que nunca se presenten al hospital, o que se presenten ya muy enfermos como para tener un diagnóstico específico”.
Los especialistas advierten sobre la dificultad de establecer datos más concretos a escala mundial sobre una incidencia más precisa de los cánceres a edades tempranas.
¿Puede prevenirse un cáncer a estas edades?
La doctora Trama enumera algunos cánceres que han sido vinculados a estilos de vida poco saludables y condiciones como la obesidad: carcinomas del aparato digestivo, tiroides o cáncer de ovario.
Es decir, que podrían ser prevenibles siguiendo recomendaciones públicas como las del Foro Mundial de Investigación del Cáncer (WCRF por sus siglas en inglés).
Algunas de estas pautas incluyen:
- Mantener un peso adecuado.
- Ser físicamente activo.
- Mantener una mejor dieta, rica en variedad de granos enteros, verduras, frutas y legumbres.
- Evitar alimentos altamente calóricos.
- Limitar el consumo de carnes rojas y procesadas, alcohol y bebidas azucaradas.
Expertos como Stark también hacen un llamado a aumentar el conocimiento y la conciencia para estar más preparados.

