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¿El Amor a primera vista es posible? Así lo explica la ciencia

“Nuestras miradas se cruzaron en unas décimas de segundo; fue como un flechazo». Con estas o similares palabras relatan algunas personas cómo conocieron a su pareja.

“Nuestras miradas se cruzaron en unas décimas de segundo; fue como un flechazo». Con estas o similares palabras relatan algunas personas cómo conocieron a su pareja.

Pero ¿es posible enamorarse de alguien a quien no se conoce en absoluto? ¿Se trata de amor este embelesamiento inicial?

Cuando nos enamoramos y contraemos esa unión emocional con otra persona, determinados procesos neuroquímicos en el cerebro se transforman.

Las estructuras cerebrales que se hallan implicadas en estas situaciones son, sobre todo, las más sensibles a la oxitocina y la dopamina.

Según algunos expertos de la Biología el amor es fundamentalmente una construcción biológica más que cultural.

Esto se debe a que la capacidad de amar se encuentra en todas las culturas humanas y un comportamiento similar se encuentra en algunos otros animales, como los ratones de campo de la pradera.

En los humanos, el propósito de todos los antojos, la locura y el deseo es centrar la atención en la crianza de la descendencia. Los niños exigen una cantidad inusual de cuidados y dos padres son mejores que uno.

El amor es una señal de que ambos socios están comprometidos y hace más probable que este compromiso continúe mientras sea necesario para que los niños alcancen la independencia.

¿Qué tiene que decir la ciencia sobre la noción de amor a primera vista?

En los últimos años, la capacidad de observar el cerebro en acción ha ofrecido una gran cantidad de conocimientos sobre la mecánica del amor.

Los investigadores han demostrado que cuando una persona se enamora, una docena de partes diferentes del cerebro trabajan juntas para liberar sustancias químicas que desencadenan sentimientos de euforia, unión y excitación. (Estos incluyen dopamina, oxitocina, adrenalina y vasopresina).

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También se ha demostrado que el amor incondicional entre una madre y un hijo está asociado con la actividad en diferentes regiones del cerebro de aquellas asociadas con el amor sexual de pareja.

No existe el amor a primera vista

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Zurich, Suiza, el amor a primera vista, como tal no existe.

Se trata en algunos casos de una confabulación de la memoria construida por las parejas para alimentar su relación y, en otros, de deseo a primera vista, dicen los autores del estudio.

Resultados de estudio

Para investigar este tema que rara vez se ha analizado de forma científica, Florian Zsok y sus colegas recogieron información de una serie estudios que hicieron por internet (tratando de imitar una página de citas), en el laboratorio y en una sucesión de eventos de encuentros.

Un análisis de estos datos reveló que la gente tiende a reportar amor a primera vista cuando encuentra atractiva a una persona.

Y esta atracción da lugar a un fenómeno conocido como el “efecto halo”, por el cual le atribuimos a una persona que nos gusta características positivas, aunque no dispongamos información que avala esta percepción.

Esto, señala Zsok, puede explicar por qué la gente piensa que se está enamorando de alguien a primera vista.

En cambio, le explicó a la revista New Scientist Anna Machin, investigadora de la Universidad de Oxford quien no participó en el estudio, “lo que sientes es deseo a primera vista, y es mayormente subconsciente”.

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Atracción, no amor

En opinión de Zsok, es muy poco probable que dos personas formen este tipo de vínculo apenas se encuentran.

“Nuestro estudio concluyó que el amor a primera vista reportado en el momento del encuentro no se parece ni al amor pasional ni al amor en general”, dijo Zsok.

Lo que ocurre es “una atracción inicial fuerte que muchos califican de ‘amor a primera vista’ ya sea retrospectivamente o en el momento mismo”.

En el estudio participaron cerca de 400 personas de las cuales el 60% eran mujeres, en su mayoría heterosexuales.

Los resultados fueron publicados en la revista Personal Relationships.

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