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¿Por qué la mayoría de los que ganan la lotería terminan en la ruina?

Renunciar al trabajo, comprar una casa, irse de viaje por el mundo, donar dinero a causas de caridad… Todos hemos soñado con lo qué haríamos si tuviéramos la suerte de ganarnos la lotería. Y la mayoría pensamos en las mismas cosas ¿Será lo correcto?

Renunciar al trabajo, comprar una casa, irse de viaje por el mundo, donar dinero a causas de caridad… Todos hemos soñado con lo qué haríamos si tuviéramos la suerte de ganarnos la lotería. Y la mayoría pensamos en las mismas cosas ¿Será lo correcto?

Lo cierto aquí es que esta oportunidad la tienen sólo unos pocos súper afortunados. Aunque, lamentablemente también es real que la mayoría de las personas que reciben dinero por juegos de azar lo pierden todo, más temprano que tarde e incluso terminan peor que cuando lo ganaron.

De hecho, hay estudios que apuntan a que casi el 80% de los millonarios por azar malgastan su fortuna en menos de una década. Paul Golden, del Fondo Nacional para la Educación Financiera en Estados Unidos, estima que un 70% lo perderá todo en unos pocos años.

Pero ¿a qué se debe este fenómeno?, en Q’ Pasa te lo contamos.

Desequilibrio emocional

Para muchos estudiosos del comportamiento humano, recibir una inmensa fortuna de golpe puede desestabilizar tanto a una persona que puede ser difícil que rehaga su vida de forma cotidiana.

“Cuando una persona recibe tanto dinero de golpe se desequilibra, porque se produce un impacto emocional muy elevado que deriva en emociones de alta intensidad de satisfacción y euforia que hacen que se sienta muy poderosa y capaz de afrontar lo que sea. Esto puede llevarla a tomar decisiones ilógicas e irracionales con respecto a negocios o compras muy caras”. Explica Mireia Cabero, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.

Desconocimiento financiero y mala gestión del dinero

El desconocimiento financiero y la mala gestión del dinero son, para Elisabet Ruiz, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, el origen más habitual del derroche del premio.

“Si una persona ha vivido en una familia en la que nunca ha habido dinero, cuando le toque la lotería se lo gastará enseguida porque no estará acostumbrada a tenerlo. De lo contrario, la persona será capaz de ahorrar y hacer un buen uso de él a largo plazo”, explica.

De este modo, la gran mayoría de las personas que ganan la lotería y se hacen ricos de la noche a la mañana, sin tener la mente financieramente preparada y sin conocimientos sobre los principios de inteligencia financiera, lo cual, hace que eso que parece bueno finalmente resultase fatal para ellos.

Así, en algunos casos muchos mal invierten el dinero y terminan perdiéndolo todo.

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Euforia y derroche

Si algunos por lo menos hacen el intento de invertir, la gran mayoría se ocupa en derrochar el dinero ganado. Es común en esta fase comprar todos los objetos que no han podido por falta de recursos y privaciones. En otras palabras: Gastan sin control en ropa, viajes, regalos lujo y excesos de todo tipo.

Este quizás es el punto más común de la ruina de muchos agraciados por este tipo de premios. La compra sin control de todo tipo de caprichos y lujos caros una colección bien nutrida de pasivos financieros, combinada con ningún activo financiero en cartera, hace que la fortuna del ganador de lotería se desangre lentamente.

En otras palabras, muchos gastos y ningún ingreso. No hay fortuna en el mundo que pueda aguantar este ritmo desenfrenado.

Se convierten en ‘el banco amigo’ de sus personas cercanas

La dilapidación del dinero recibido muchas veces está ligada con el entorno social y familiar. Normalmente, cuando se recibe un premio se puede estar más predispuesto a compartirlo porque ha sido afortunado por azar.

Pero, de este modo, puede acabar convirtiéndose en el banco de los demás, dado que, tras la recompensa, se puede sentir presionado por la demanda de los familiares y de los amigos más cercanos, que se aprovechan de la situación para obtener dinero de forma fácil y rápida.

Al final, lo que puede parecer un acto muy noble, si se hace sin control, termina convirtiéndose en un serio problema.

El dinero no compra la felicidad

Finalmente, de acuerdo con un estudio conjunto de la Universidad de Northwestern y la Universidad de Massachusetts titulado “Los ganadores de la lotería y las víctimas de accidentes: ¿Es la felicidad relativa?” al cabo de un año el estado de ánimo de quienes se hicieron millonarios y quienes sufrieron un siniestro era prácticamente el mismo.

La diferencia principalmente radica en que los ganadores de la lotería tienen mucho potencial para terminar siendo infelices porque la mayoría acabarán perdiéndolo todo. Y lo que ven como ‘felicidad’ termina siendo una ilusión momentánea, que en un gran número de casos desemboca en trágicos finales.

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