Los pingüinos siempre han sido animales llamativos, tiernos y hasta con historias de vida bastante interesantes. Sin embargo, tenerlos como mascotas es sencillamente una mala idea por donde se le mire.
Estos amigos ‘acolchaditos’ seguro que se les ha antojado a más de uno. De hecho, hay casos reales de personas que han mantenido en cautiverio a estos animales para conservarlos como suyos.
No obstante, sus características no les permite considerarlos como mascotas. Estos animales que tienen una expectativa de vida de entre 15 y 20 años y no son aptos para mantenerlos fuera de su hábitat, pues nuestro hogar, dista mucho del ambiente en el que se desenvuelven. Todo esto desencadena una serie de razones (Además de que es ilegal) por las que no es posible tener un pingüino en casa.
Suelen ser enfermizos y transmitir enfermedades
En primer lugar, los pingüinos son animales sumamente sensibles a las temperaturas y necesitan una serie de cuidados específicos muy rigurosos. Además, no suelen demostrar que están enfermos hasta que es demasiado tarde, por lo que necesitarían una supervisión extrema, ya que si los estamos desatendiendo no podremos saber con seguridad si necesitan atención médica.
Además, suelen ser muy sensibles frente a los virus. Aunque pueden afrontar muchas enfermedades mortales gracias a su sistema inmunológico, si pueden contagiarse de algunas enfermedades.
De este modo, se convertirían en un riesgo para la salud de sus dueños pues es posible que de ser portador de algún virus, contagien a un ser humano al entrar en contacto con él, lo que incluso podría ser letal para nosotros.
Los deprime la soledad
Por otra parte, los pingüinos necesitan ejercicio, compañía de su propia especie y la libertad de deambular donde quieran.
Si mantuvieras un pingüino en cautiverio por sí solo, no podrías tratarlo como una mascota normal porque los pingüinos son realmente desordenados y ruidosos. Los pingüinos son animales sociales, y sin amigos puede deprimirse.
Además, si mantienes un pingüino en confinamiento solitario, puede volverse loco. Entonces, a menos que el lugar en el que vivas sea el hábitat natural de tu pingüino, no sería posible.
De hecho, está comprobado que los pingüinos son unas de las pocas especies de aves que puede llorar. Esto se debe a una estimulación que reciben a través de neurotransmisores y hormonas.
Por esta razón, cuando son alejados de sus parejas o amigos suelen llorar expresando su dolor y lo que pueden hacer por secciones largas de luto.
Pueden ser agresivos
Una de las principales características que no permiten que los pingüinos sean mascotas es porque son demasiado temperamentales y si presiente la presencia de algún otro espécimen desconocido que se acerca a su círculo familiar, no dudarán en atacar.
De hecho, hay muchos casos de pingüinos que han atacado a humanos e incluso han llegado a arrancarles la piel solamente por sentir su presencia.
No contamos con espacios apropiados
Si un humano quisiese adoptar a un pingüino debería estar preparado para tener la casa más destruida del mundo, pues estos son animales que debido a su comportamiento explorativo necesitan de un lugar muy pero que muy cómodo y grande para desarrollarse. Y, una casa por más grande que sea y que tenga muchísimas cosas no le satisface en lo más mínimo.
Además, como lo dijimos, un pingüino es un animal demasiado sensible a las temperaturas del clima, así que necesita ciertas cantidades de agua de mar sino no podría sobrevivir, ni respirar. Adicionalmente, su dieta tampoco es tan económica. Pues naturalmente se basa únicamente en peces, calamares, pequeños crustáceos y otros animalitos.