La realidad virtual no es algo precisamente nuevo, las primeras gafas de este sistema de inmersión estereoscópico, fueron inventadas en 1960, con un antecesor rudimentario, llamado ‘Sensorama’; en 1957, una máquina bastante aparatosa que permitía al usuario disfrutar de experiencias multisensoriales.
El software que se utiliza en las experiencias de Realidad Virtual es básicamente un motor de video, que debe ser capaz de renderizar imágenes hiper realistas de mucha resolución.Sin embargo; desde el inicio fue algo sorprendente, la idea de poder transportarte a otros mundos y lugares sin tener que moverte de donde estás, en sencillamente sensacional.
Pero eso no es todo, con la evolución de la ciencia y el paso del tiempo, la realidad virtual está siendo llevada a otros niveles, niveles que solo se le podrían ocurrir a genios, como Palmer Luckey, el fundador de Oculus VR y quien es conocido como el padre de la realidad virtual moderna, después de que presentara un nuevo casco que sería capaz de matar a un usuario si muere en un juego.
El casco tiene tres módulos de carga explosiva vinculados a un fotosensor de banda estrecha que puede detectar cuando la pantalla parpadea en rojo a una frecuencia específica, avisando que el usuario ha perdido y posteriormente, detona.
El diseño
Este es el primer dispositivo de realidad virtual capaz de matar a su usuario, llamado OQPNVG. El auricular tiene tres cargas explosivas adjuntas que podrían activarse mediante una pantalla Game Over.
Palmer explicó, que el dispositivo se diseñó pero nunca se pensó en su uso real; y que se inspiró por el libro Sword Art Online, también manga y serie de anime donde miles de jugadores de VRMMORPG quedan atrapados por un científico en una competencia mortal en un entorno virtual. Quien muere en el juego también muere en la vida real.
«Si sus puntos de vida caen a cero, tu cerebro será bombardeado por microondas potentes, supuestamente matando al usuario». «Recrea a la perfección la realidad utilizando una interfaz neuronal directa que también es capaz de matar al usuario». escribió el creador de las gafas.
Y agregó que «los gráficos mejorados pueden hacer que un juego parezca más real, y que solo la amenaza de consecuencias graves puede hacer que un juego se sienta más real para ti y para todas las demás personas».
Luckey, que vendió su empresa a Facebook por más de dos mil millones de dólares en 2014, dijo que el visor OQPNVG es una versión modificada del visor Meta Quest Pro, de Reality Labs y Meta.
El diseñador también mencionó que quiere agregar protecciones mortales contra manipulaciones para que el usuario no pueda intentar quitarse o destruir el auricular sin activar los explosivos.
Palmer comentó que siempre le ha fascinado la idea de conectar su vida a un avatar virtual, ya que instantáneamente aumenta el riesgo al máximo y cambia en un nivel fundamental la forma en que el jugador interactúa con el mundo virtual y con otros jugadores. Según él, los riesgos no son tan diferentes en relación a una persona que practica deportes extremos.
Sobre juegos inmersivos
Ha habido intentos anteriores de aumentar las apuestas para los jugadores. En 2001, una instalación de arte “ PainStation ” en Alemania amenazó a los jugadores que perdían un juego de Pong con “sensaciones como calor, puñetazos y electrochoques de duración variable”, como describió Wired en ese momento. El juego terminaría solo cuando un jugador descubriera que el dolor era demasiado para soportar.
Ese mismo año, el » Torneo de tortura Tekken » vio a 32 participantes jugar el popular juego de lucha de Playstation Tekken 3 mientras usaban correas de brazo impactantes que les dieron «choques eléctricos tonificantes pero no letales en correspondencia con las lesiones sufridas por sus avatares en pantalla».
Hubo avance rápido dos décadas, y ahora estamos hablando de un auricular VR asesino. Luckey advirtió, sin embargo, que su nuevo sistema no es «perfecto». “Hay una gran variedad de fallas que podrían ocurrir y matar al usuario en el momento equivocado”, dijo adicionalmente.“Es por eso que no he trabajado las bolas para usarlo yo mismo”.
En este punto, el auricular asesino es solo una obra de arte de oficina, concluyó, «un recordatorio que invita a la reflexión de caminos inexplorados en el diseño de juegos».