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Adiós a los celulares, Elon Musk busca reemplazarlos con un dispositivo que se conecta al cerebro

La tecnología Neuralink da el siguiente paso y plantea un futuro donde los smartphones quedarían obsoletos

Durante más de dos décadas, los celulares fueron el epicentro de nuestra vida digital. Desde la era del BlackBerry hasta la dictadura de las pantallas táctiles, todo ha pasado por nuestras manos y bolsillos. Pero ahora, Elon Musk vuelve a poner el mundo patas arriba con una declaración que parece ciencia ficción: los celulares, tal como los conocemos, estarían por llegar a su fin y este sería el reemplazo de celulares.

La bomba la soltó durante una charla relacionada con Neuralink, su empresa de neurotecnología, que ya había dado de qué hablar con sus pruebas en animales y, más recientemente, en humanos.

Según Musk, la idea de llevar un dispositivo en el bolsillo para comunicarnos podría quedar obsoleta, un futuro sin celulares sería gracias a un chip implantado en el cerebro que permitiría interactuar con dispositivos externos sin necesidad de pantallas ni teclados.

Neuralink es una compañía fundada por Musk en 2016 que desarrolla interfaces cerebro-computadora, o BCI por sus siglas en inglés. ¿La meta? Crear una conexión directa entre el cerebro humano y las máquinas. Ya en 2023 habían obtenido la aprobación para realizar ensayos clínicos en humanos, y en enero de 2024 implantaron el primer chip cerebral en una persona.

La interfaz permite, por ahora, realizar tareas simples: mover un cursor en una pantalla o controlar dispositivos básicos. Pero Musk no se quedó ahí. Durante su presentación más reciente, afirmó que en el futuro se podría navegar en internet, escribir mensajes o realizar búsquedas solo con pensarlo. Y lo dijo con todas sus letras: “no necesitarás un teléfono celular para comunicarte con el mundo”.

¿Un futuro sin celulares?

La idea de reemplazar los celulares por tecnología implantada suena a Black Mirror, pero según Musk, ese futuro podría estar más cerca de lo que imaginamos.

El dispositivo desarrollado por Neuralink funcionaría como un puente entre nuestra mente y la nube, lo que permitiría comunicarnos, aprender e interactuar con el entorno sin necesidad de interfaces físicas.

¿Y qué tan realista es esto? Algunos expertos señalan que si bien los avances son impresionantes, aún estamos lejos de una adopción masiva.

Primero, por los riesgos médicos: cualquier implante cerebral requiere procedimientos quirúrgicos que no son menores. Y segundo, por las implicaciones éticas: ¿quién controla los datos? ¿Se puede hackear un pensamiento?

El Chip cerebral que ya está funcionando

En enero de 2024, Neuralink implantó su primer chip cerebral en un paciente humano.

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El propio Musk celebró el éxito del procedimiento y afirmó que el paciente logró controlar un cursor de computadora usando solo su mente. Este experimento inicial buscaba demostrar la viabilidad de la tecnología sin efectos secundarios graves.

El chip, llamado “Telepathy”, funciona leyendo las señales neuronales y traduciéndolas en comandos digitales. Aunque suena futurista, se basa en principios de neurociencia ya conocidos y utilizados, por ejemplo, en personas con discapacidades motoras.

¿Cuáles son los riesgos y las dudas del Chip cerebral?

Aunque la propuesta es revolucionaria, hay muchas dudas sobre su seguridad y alcance. Asociaciones médicas y expertos en neuroética han advertido que los ensayos clínicos deben ser extremadamente cuidadosos, ya que los daños neurológicos pueden ser irreversibles. Además, el uso de dispositivos que capturan señales del cerebro en tiempo real abre debates serios sobre privacidad y manipulación de datos.

Y claro, no todos están listos para renunciar al celular por un implante en la cabeza. La resistencia cultural, el miedo y las implicaciones legales serán barreras difíciles de superar, al menos en los próximos años.

Elon Musk y su visión del futuro

No sería la primera vez que Elon Musk revoluciona una industria. Ya lo hizo con los autos eléctricos, los cohetes reutilizables y el internet satelital. Ahora quiere hacerlo con la forma en la que pensamos la tecnología y cómo nos relacionamos con ella. ¿Será este el fin de los celulares o solo otro experimento de Silicon Valley que no pasará de fase beta?

Por ahora, lo que sí es cierto es que la tecnología implantable está avanzando a pasos agigantados, y aunque aún estemos lejos de reemplazar nuestro teléfono por un chip cerebral, el debate ya está abierto.

El anuncio de Elon Musk no solo despierta curiosidad tecnológica, sino que también plantea preguntas profundas sobre el futuro de la humanidad. ¿Estamos preparados para una conexión directa entre mente y máquina? Tal vez no hoy, pero como suele pasar con Musk, lo que hoy suena a locura, mañana se vuelve parte de nuestra realidad.

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