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Así ha sido la feminización de los hombres con el pasar de las generaciones

La sociedad ha visto el surgimiento de hombres jóvenes estéticamente conscientes que emplean estrategias y estéticas 'femeninas' como formas de explorar y practicar nuevas identidades masculinas.

Desde hace ya algunos años que el mundo se ha visto envuelto en una idea de desvanecimiento de géneros y lo que ellos representan.

De este modo, hemos sido testigos de como cada día son más los hombres que se dedican a las tareas del hogar, a profesiones que antes se decían femeninas e incluso, observamos en iconos de esta nueva era como Bad Bunny, los cantantes de K-Pop y hasta el mismísimo Harry Styles, luciendo una imagen con prendas y maquillajes que en la historia sólo eran lucidas por las mujeres.

Así las cosas, la sociedad contemporánea ha visto el surgimiento de hombres jóvenes estéticamente conscientes que emplean estrategias y estéticas ‘femeninas’ como formas de explorar y practicar nuevas identidades masculinas.

El proceso en la historia

Para iniciar con esta historia, debemos centrarnos en el momento antes de la revolución feminista de finales de la década de 1960, en el que los hombres construían en gran medida su masculinidad sobre rasgos que se oponían a los asignados a las mujeres. Desde entonces, la sociedad se ha movido cada vez más hacia la igualdad de género, y los hombres ya no pueden confiar en esta norma antifemenina.

Por aquel tiempo, anterior a mayo de 1968, las normas sociales sobre las que se construía la identidad masculina se basaban principalmente en la oposición hombre-mujer. Una mujer, por ejemplo, tenía que ser sensible y atenta, y estaba obligada a priorizar la familia en detrimento de su carrera.

Un hombre, por otro lado, tenía que ser seguro de sí mismo, independiente, fuerte, y, sobre todo, tenía que ser no femenino. La masculinidad construida sobre esta oposición era un concepto más frágil que la feminidad: un hombre estaba destinado a demostrar su masculinidad a la sociedad actuando regularmente de una manera que demostrara que no era una mujer.

Construcción masculina: en necesidad de orientación

Desde entonces, la sociedad occidental se ha estado moviendo en la dirección de una mayor igualdad de género. Además de centrarse en sus carreras, las mujeres ahora pueden ser autosuficientes y fuertes. Mientras tanto, a los hombres se les permite mostrar sus emociones y cuidar de sus familias.

La norma antifemenina ya no puede servir como modelo para la construcción de la identidad masculina, y se dice que hay una ‘crisis de masculinidad’. ¿Cuáles son las implicaciones de lo que significa ser un hombre hoy?

Un equipo liderado por Juan M. Falomir, profesor de la Sección de Psicología de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación (FPSE) de la UNIGE, investigó recientemente la relación entre el declive de la norma antifemenina y la homofobia.

“El estereotipo homosexual incluye la idea de alguien que transgrede la identidad de género al encarnar la feminidad en un hombre”, dice el profesor. “Nos preguntamos si la feminización de los hombres tuvo un impacto directo en la disminución o el aumento de la homofobia”.

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El impacto en la actualidad

Con el despliegue de este nuevo escenario, se está en la lucha de transitar por esta línea, cada vez más tenue, que separa lo masculino y lo femenino. Y esto se aprecia en todos los ámbitos de la vida, incluida su sexualidad, según explica el psicólogo Antoni Bolinches, cuyo último libro aborda el síndrome de las supermujeres.

“Vemos un hombre temeroso de ser prejuzgado y muy desorientado en el disfrute de su sexualidad. Ha asumido que la mujer es el sexo fuerte, pero no sabe qué hacer en esta situación en la que él tenía el privilegio del control”, explica.

Por otro lado, el psicólogo canadiense Jordan B. Peterson también lo constata: “Hay una crisis de masculinidad porque se culpa al hombre por el mero hecho de serlo”.

Con esto mente, quedan muchas dudas por resolver, pues, si bien se están estableciendo la igualdad de género como principio fundamental, los hombres al verse enfrentados a ‘las nuevas formas de masculinidad’ ven en la homofobia la única forma de restaurar su hombría.

Y, para el caso lo que se pretende es que seamos capaces de establecernos en una sociedad de respeto y aceptación general, porque décadas de investigación sugieren que el futuro de los géneros y su exteriorización es muy incierto.

*Foto de portada tomada de ecupunto.com.

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