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Barranquilla, una zona de gánster y traquetos

Esta es la segunda masacre en lo que va del 2023 en esta zona del norte de Colombia, donde el 29 de enero pasado, sicarios dispararon contra varias personas que departían en el barrio El Santuario.

La guerra entre estas bandas criminales por el control territorial en la ciudad de Barranquilla, Colombia, se estaría saliendo de las manos de las autoridades.

Esto, tras el reciente hecho de sangre en el que fueron asesinadas 5 personas y 14 más heridas en medio de una fiesta.

De acuerdo con la Policía local, hacía las 11 de la noche de este domingo en el barrio Villanueva, los sicarios habrían disparado ante la mirada atónita de los moradores.

Esta es la segunda masacre en lo que va del 2023 en esta zona del norte de Colombia.

Pues recordemos que el 29 de enero pasado, sicarios dispararon contra varias personas que departían en el barrio El Santuario.

En esa oportunidad se presentaron cuatro personas muertas y seis heridas.

Según el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo, estos homicidios se deben a vendettas entre las bandas ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’ por el control del microtráfico.

Lo cierto, es que el narcomenudeo en esta ciudad, apetecida por su ubicación entre el mar y el río Magdalena, genera miles de millones de pesos cada año.

Habló uno de los líderes señalados

Digno Palomino (supuesto líder de Los Pepes) que hoy tiene casa por cárcel y que es señalado por la Policía de tener una confrontación con alias ‘Castor’ (Jorge Elicer Díaz Gollazo, líder de Los Costeños) y que sería la razón de tantos crímenes en la ciudad.

Según Palomino, él no está delinquiendo actualmente y “muchas de las personas que han asesinado en la ciudad”, entre ellas las de Villanueva “son cercanas a mí, entonces no entiendo porque me culpan”.

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El recluido en prisión domiciliaria le pidió al alcalde Jaime Pumarejo y al comandante de la Policía que “investiguen bien antes de señalar, porque yo estoy buscando unirme al llamado de paz que está haciendo el presidente”.

Agregó que quiere cumplir, pero que no lo involucren “en cosas que yo no tengo que ver, porque Castor también tiene sus enemigos y por eso también atacan a su gente”.

Digno Palomino aseguró en medio de la entrevista con el medio digital Impacto News, que conocía a varios de los asesinados este domingo, porque él creció en ese sector.

“Yo no entiendo porque se empeñan en involucrarme en hechos de muerte. Hace mucho tiempo vengo pidiendo ser escuchado, para hacer una nueva vida”.

Palomino explicó, que las razones por las que él está en casa por cárcel son por temas de salud, “yo tengo un tumor óseo en mi brazo derecho agresivo”.

Para entender

Por cuenta del microtráfico –un brazo del narcotráfico-, en Barranquilla hay fronteras invisibles o ‘imaginarias’ que impiden que los residentes se muevan con libertad entre una zona y otra.

En la actualidad existen barrios vedados, extorsiones, lanzamiento de granadas, amenazas, desplazamiento interno, tráfico de armas y explosivos, dice un informe del medio digital ‘La Liga Contra el Silencio’.

Con miles de millones de pesos invertidos en canalización de arroyos y vías; una capital de progreso que oculta muy bien su lado más oscuro, el de la marginalidad, la pobreza extrema y la criminalidad.

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Libardo Diago Velásquez, representante de la ‘Red Sur Barranquilla’, una ONG que trabaja con grupos juveniles del suroccidente enfocados en construcción de paz, asegura que las líneas invisibles son impuestas por quienes controlan la comercialización de las drogas.

“Entre un 90 y un 95 % de los jóvenes que participan de nuestros procesos están directa o indirectamente afectados por el solo hecho de movilizarse por sus barrios”.

“Más del 60 % de los asesinatos en Barranquilla, el área metropolitana y el departamento del Atlántico tienen como motivación el microtráfico”, dice una fuente de la Fiscalía al medio en mención.

Las bandas se están haciendo ricas

En Colombia el negocio del microtráfico movía 6 billones de pesos anuales hasta el 2019, según un estudio del DNP.

Asimismo, el DNP concluyó que Barranquilla era una de las seis ciudades con Bogotá, Pereira, Santa Marta, Medellín y Bucaramanga, que concentraban el 20 % del mercado nacional.

Ese año, según el mismo estudio, la rentabilidad del narcotráfico estaba en un 260 %, frente al 346 % del narcomenudeo.

El informe del DNP también establecía que el Atlántico era, después de Antioquia, el departamento de Colombia con mayor prevalencia de consumo de cocaína. La misma posición que ocupaba respecto al consumo de bazuco.

Para el 2021, la Policía le dijo a la Liga Contra El Silencio que en el área metropolitana había 314 ollas, de las cuales 216 están en Barranquilla.

Hasta mediados de julio de ese año se había logrado “la afectación” de 70 expendios y se capturaron 110 personas por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

La Fiscalía, por su parte, asegura que han demolido tres inmuebles ubicados en los barrios La Esmeralda, Santo Domingo (suroccidente) y San José (suroriente)  y se desarticularon 11 grupos delincuenciales.

  • Imagen de portada tomada/ critica.com.pa
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