Muchas personas suelen prometerse amor hasta la muerte y algunos tratan de cumplirla en relación a su acuerdo simbólico con su pareja, hasta el punto de llevarlo a la práctica.
Ese es el caso de una pareja en el corregimiento de Currulao, en el municipio de Turbo, Antioquia, en Colombia.
La historia cuenta que doña Georgina, de 85 años, había viajado a la ciudad de Medellín para una cita médica relacionada con una operación de hernia.
Sin embargo, todo se salió de control, ya que en el centro de salud encontraron que la paciente tenía una infección grave que necesitaba ser tratada de manera urgente.
Por lo anterior, fue trasladada al municipio de Rionegro en una ambulancia.
Estando allí, Georgina sufrió un paro cardiorrespiratorio, por lo que fue entubada y lamentablemente falleció pocos minutos después de iniciada la intervención.
Su pareja falleció paralelamente
Casi, como si tuvieran un solo corazón entre ellos mismo, al morir Georgina, su esposo Nalo también murió en el municipio de Apartadó.
Según la prensa local, el hombre fue llevado de urgencia al hospital local, donde lamentablemente también falleció momentos después.
Se conoció también que como fruto de su amor tuvieron ocho hijos, quienes se reunieron para despedir a sus dos padres.
Por qué las parejas de ancianos suelen morir juntas
Puede parecer que esto sucede a menudo, pero es probable que sea una consecuencia de la selección selectiva por parte de los medios.
“Una pareja de ancianos muere con horas de diferencia” es una noticia de interés humano, dado el hecho curioso.
Los especialistas señalan que existe algo llamado ‘Síndrome del corazón roto’, que se cree que ocurre cuando alguien pierde a una pareja o cónyuge cercano.
La muerte de un cónyuge se reconoce como una de las cosas más estresantes que le pueden pasar a una persona.
Y es que más allá de la angustia mental y el dolor, muchos olvidan que el estrés también tiene un componente físico.
Las razones de las muertes
El estrés puede causar numerosas dolencias físicas, y si el estrés es lo suficientemente repentino y grave, como si un cónyuge muere, entonces estas dolencias pueden ser muy graves y afectar el corazón.
Pero incluso sin el daño cardíaco directo, las consecuencias físicas y emocionales del duelo severo pueden afectar gravemente al cuerpo.
Ésta puede ser otra razón de las historias que escuchamos, que invariablemente tratan sobre personas que han estado juntas durante varias décadas.
La longevidad de su relación se cita invariablemente como prueba de su compromiso, pero también significa que ambos socios son mayores.
El cuerpo envejecido es mucho más frágil y deteriorado que uno joven, por lo que el impacto de perder a una pareja de larga data puede ser más de lo que puede soportar.
Esto también puede ayudar a explicar por qué no se sabe que les sucede a las parejas más jóvenes cuando uno de los miembros de la pareja muere, ya que el miembro sobreviviente es más resistente físicamente.
Lo que dice un estudio
Dos estudios realizados en la década de 1990 encontraron que el riesgo de muerte de una persona mayor aumenta en esas circunstancias.
Christakis y Allison de Harvard publicaron su estudio en The New England Journal of Medicine en febrero.
Descubrió que las personas mayores corren un riesgo particular inmediatamente después de que su cónyuge es hospitalizado o muere.
Cuando eso sucedía, la otra persona tenía alrededor de un 20 por ciento más de posibilidades de morir en el plazo de un año, encontró el estudio.
El período más riesgoso fue en las semanas posteriores al evento traumático y el peligro comenzó a disminuir dentro de tres a seis meses a medida que, conjeturaron los autores, la persona se adaptaba a su pérdida.
A profundidad
El estudio de Christakis también encontró que algunas enfermedades afectaban más a los cónyuges que otras. El cáncer, por ejemplo, parecía ser menos gravoso para los cónyuges que la demencia.
El enfisema, una enfermedad a menudo asociada con el tabaquismo, en la que los pulmones de una persona dejan de funcionar lentamente, se cobró un precio particularmente grave.
Los autores encontraron que cuanto más afecta una enfermedad el funcionamiento físico y mental de una persona, más daño causa a la salud del cónyuge.
Los expertos sugieren dos formas generales en que las enfermedades graves y la muerte de un cónyuge pueden dañar la salud de una persona.
En primer lugar, el estrés emocional directo puede desgastar a las personas mayores, que a menudo tienen problemas de salud.
En segundo lugar, una persona podría verse privada de apoyo social, financiero o emocional que son clave para su bienestar.
