El mundo entero ha quedado anonado con una nueva tragedia en Estados Unidos luego de que un chico de tan solo 18 años decidiera acabar de manera indiscriminada con la vida de 19 niños y dos adultos en la escuela primaria en Uvalde, Texas.
Salvador Ramos, quien fue el perpetrador del crimen, era un joven que hacía parte de la secundaria del mismo centro educativo, y venía dando señales desde hace un tiempo de la masacre que pretendía realizar, pues en cuanto cumplió la mayoría de edad compró las dos armas con la que cometió la masacre.
Posteriormente dejó otra pista en su cuenta de Instagram cuando decidió publicar una fotografía con las dos escopetas semiautomáticas con el cargador enganchado.
De acuerdo con los datos de las autoridades, el adolescente disparó a su abuela de 66 años antes de salir de casa. Y, al llegar a la escuela se atrincheró en un aula y mató a todas las víctimas que en su mayoría eran niños de 10 años.
Entre tanto, mientras se producía el tiroteo, los agentes recorrieron la escuela, rompiendo ventanas e intentando evacuar a los niños y al personal. A continuación, pudieron entrar por la fuerza en el aula donde se encontraba el tirador quien finalmente fue abatido por la policía
Tristemente, aunque la vida del homicida terminó, el dolor y la impotencia de los familiares de estos niños a penas empieza. Incluso hay padres que aún no tienen razón de sus hijos y esperan por un milagro que no se encuentren en la lista de asesinados.
Las reacciones a la masacre
Por su puesto que sobre este aterrador hecho las reacciones han saltado de inmediato, desde el Papa hasta entrenadores deportivos se han sumado al repudio por el asesinato.
A este grupo también se sumaron muchos de los políticos estadounidenses incluyendo al presidente Biden que instó el martes por la noche al Congreso a poner fin a la ‘carnicería’ de la violencia armada.
“Como nación, tenemos que preguntarnos: ¿cuándo, en el nombre de Dios, vamos a hacer frente al lobby de las armas?”. dijo Biden en su discurso a la nación. “… ¿Cuántas decenas de niños pequeños, que presenciaron lo sucedido, ven morir a sus amigos como si estuvieran en un campo de batalla, por el amor de Dios?”
No obstante, estos sucesos siguen apareciendo en la cotidianidad de niños y jóvenes y aún no hay una luz certera sobre nuevas medidas que puedan realmente generar un cambio.
Tiroteos mortíferos en las escuelas de Estados Unidos
Con toda esta historia, hay un sin sabor aún mayor entre toda la comunidad, y es que no se trata del primer caso sino del número 27 en lo que va corrido de este año en lo que respecta a tiroteos en las escuelas.
De hecho, Education Week una organización que ha estado rastreando tiroteos en escuelas desde 2018, ha dicho que desde su creación se han producido 119 incidentes de este tipo.
Pero si nos vamos un poco más allá, encontramos que la masacre de este martes en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, es el segundo tiroteo escolar más mortífero desde 2012, cuando 26 niños y adultos murieron en la escuela primaria Sandy Hook.
Igualmente, estos casos se suman al tiroteo de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, que dejó 17 muertos.
Y como estos, han sido tantos los incidentes que los simulacros de bloqueo de tirador activo son una parte común del plan de estudios escolar, desde la escuela primaria hasta la secundaria.
¿Por qué hay tanta violencia en las escuelas estadounidense?
Finalmente, es imposible que ante todos estos lamentables acontecimientos no surja la pregunta de por qué ocurren de manera reincidente en este país, interrogante al que incluso hizo referencia el presidente Biden en su alocución.
“Lo que me llama la atención es que tipo de tiroteos masivos rara vez ocurren en otras partes del mundo, ¿por qué? ellos tienen problemas de salud mental, tienen disputas internas también en otros países, tienen gente que está perdida… Pero este tipo de tiroteos no suceden en el mundo con la frecuencia con la sucede en Estados Unidos”.
Y justamente con este mismo cuestionamiento han sido muchos los estudios que se han adelantado, entre ellos uno hecho por Alfred University, en el que se dedujo que la venganza es claramente la razón principal de los tiroteos en las escuelas, luego de encuestar a un grupo de jóvenes.
Para todos los grupos de estudiantes, vengarse de quienes los lastimaron; hacer que otros niños los molesten, se burlen de ellos o los intimiden; no valorar la vida; y ser víctima de abuso estuvieron constantemente entre las cinco razones principales.
Si comparamos esta premisa con la historia de Salvador Ramos, encontramos una gran relación. Puesto que se ha conocido que el adolescente había sufrido de bullying desde que era muy pequeño porque tenía dificultades para hablar y por la situación económica de su familia.
El detonante
Claro está que para que esta emoción pueda pasar a semejante acto de violencia, hay un recurso inflamante y es el acceso a las armas de fuego. Inclusive un estudio publicado recientemente por la organización Sandy Hook Promise arroja luz sobre estos hechos y estadísticas vitales.
Según los datos compartidos, se estima que 4,6 millones de niños estadounidenses viven en un hogar donde al menos un arma se mantiene cargada y desbloqueada. Estas armas almacenadas incorrectamente han contribuido a tiroteos en escuelas, suicidios y muertes de familiares, incluidos bebés y niños pequeños.
Igualmente, algo que llama poderosamente la atención es que afirman es que, en 4 de cada 5 tiroteos escolares, al menos otra persona tenía conocimiento del plan del atacante, pero no lo informó.
Y continúa diciendo que, en un estudio integral de tiroteos escolares, el Servicio Secreto y el Departamento de Educación encontraron que el 93% de los tiradores escolares planearon el ataque con anticipación.
Así las cosas, en medio de todo este dolor, si hay algo que queda claro es que se requiere de una intervención urgente del gobierno estadounidense para generar un cambio real en la forma en que este país aborda la reforma de armas y la seguridad escolar y de ese modo evitar más tragedias.
*Foto de portada tomada de aljazeera.com