Israel, país central en las profecías bíblicas relacionadas con el fin de los tiempos, se visualiza como el escenario de significativas batallas y conflictos. Estos acontecimientos anteceden la segunda venida de Cristo y la instauración de su reino milenario. Existe una creencia generalizada de que la Tercera Guerra Mundial se originará en Israel.
Una de las profecías más citadas es la batalla de Gog y Magog, narrada en los capítulos 38 y 39 del libro de Ezequiel. De acuerdo con esta profecía, una coalición de naciones, encabezada por Gog, príncipe de Magog, asediará a Israel con la intención de saquearlo y exterminar al pueblo judío. Dentro de estas naciones, se mencionan Persia (Irán), Cus (Etiopía), Fut (Libia), Gomer (Turquía) y Togarma (Armenia). Estas naciones, en alianza con Rusia, liderarán el ataque.
Según las escrituras, Dios protegerá a Israel y desatará fuego, granizo, azufre y terremotos sobre los agresores, resultando en su derrota y desorden. Se señala que los cadáveres de los adversarios serán tantos que tomará siete meses enterrarlos y que sus armas proporcionarán combustible durante siete años. Esta contienda será una clara señal para las naciones de que Dios respalda a Israel y marcará el inicio de la reconstrucción del templo judío en Jerusalén.
Otra profecía vinculada a Israel es la del Armagedón, mencionada en el libro del Apocalipsis. Esta visión predice una intensa tribulación mundial, durante la cual surgirá un líder político y religioso denominado el Anticristo. Este líder engañará a las naciones, estableciendo un pacto con Israel por siete años. No obstante, romperá dicho pacto a la mitad del periodo, proclamándose como Dios en el templo judío y demandando devoción. Esta acción desencadenará la ira divina y el comienzo de las plagas apocalípticas.
El Anticristo convocará a todas las naciones del mundo para combatir a Israel y enfrentarse a Cristo, quien regresará acompañado de ángeles y santos. La confrontación culminante ocurrirá en el valle de Meguido, también denominado Armagedón. En este lugar, Cristo vencerá al Anticristo y a sus ejércitos mediante la potencia de su palabra, condenándolos al lago de fuego. Posteriormente, Cristo instaurará su reino milenario en Jerusalén, donde reinará en justicia y paz.
Estas son solo algunas de las profecías que anticipan una Tercera Guerra Mundial con origen en Israel. Sin embargo, las interpretaciones varían. Mientras algunos consideran que son profecías literales y contemporáneas, otros las interpretan como simbólicas o históricas. Lo innegable es que Israel es una nación esencial para comprender los designios de Dios para la humanidad y para estar alerta ante los signos de los tiempos.