Astrónomos identificaron un nuevo mundo helado en los límites del sistema solar. El objeto, conocido como Ammonite y designado como 2023 KQ14, se encuentra entre 66 y 71 unidades astronómicas del Sol. Su descubrimiento representa una pieza clave para entender mejor las regiones externas del sistema solar.
Este objeto transneptuniano forma parte del grupo de los sednoides, cuerpos celestes con órbitas extremadamente excéntricas y alejadas. Solo se han identificado cuatro sednoides hasta ahora, lo que convierte a Ammonite en un hallazgo excepcional.
Qué es Ammonite y por qué importa
Ammonite es un objeto transneptuniano con un tamaño estimado de entre 220 y 380 kilómetros de diámetro. Su órbita está fuertemente inclinada y permanece alejada de la influencia directa de Neptuno. Estas características han llamado la atención de los astrónomos, ya que podrían relacionarse con fenómenos aún no explicados.
El hallazgo fue posible gracias a observaciones realizadas con telescopios en Hawái y Canadá. Las imágenes analizadas mostraron un movimiento coherente entre las estrellas de fondo, lo que permitió identificar su trayectoria y confirmar que se trata de un nuevo cuerpo celeste del sistema solar.
La conexión con el planeta nueve
El comportamiento orbital de Ammonite encaja con simulaciones que predicen la existencia del planeta nueve. Esta teoría sostiene que un planeta gigante, aún no observado directamente, estaría perturbando las órbitas de varios objetos transneptunianos.
Desde 2016, científicos han señalado patrones orbitales que sugieren la presencia de una fuerza gravitacional adicional en las regiones más alejadas del sistema solar. La órbita de Ammonite se suma a esa evidencia y refuerza la posibilidad de que un planeta oculto esté influyendo en estos cuerpos helados.
Aunque el planeta nueve sigue siendo una hipótesis, su existencia explicaría por qué varios sednoides comparten inclinaciones y distancias similares. Los modelos proponen que tendría entre cinco y diez veces la masa de la Tierra y una órbita sumamente elíptica.
Un nuevo mapa del sistema solar
El descubrimiento de este nuevo mundo helado no solo aporta datos valiosos para la astronomía, sino que también amplía los límites de lo conocido. A diferencia de Plutón, que forma parte del cinturón de Kuiper, los sednoides como Ammonite orbitan mucho más lejos, en una zona donde la luz solar apenas llega.
A medida que se desarrollan nuevos telescopios más potentes, los astrónomos esperan observar directamente a otros cuerpos similares e incluso encontrar pruebas más claras de la existencia del planeta nueve.
Qué representa este hallazgo
La confirmación de Ammonite como un nuevo mundo helado demuestra que el sistema solar aún guarda numerosos misterios. Su órbita extraña, su aislamiento y su conexión con los modelos del planeta nueve lo convierten en un objeto de estudio clave para la ciencia actual.
Los investigadores creen que este tipo de descubrimientos podrían llevar a una revisión completa de lo que sabemos sobre la formación del sistema solar. Aún queda mucho por explorar más allá de Neptuno.