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Esta es la historia de Diana Trujillo la primera colombiana que irá a la Luna

La caleña fue nombrada como una de los siete directores de vuelo de una misión que tiene como objetivo llegar a la luna.

Diana Trujillo ha estado en los titulares de los medios más importantes del mundo por los últimos días, y no es para menos, pues esta colombiana fue nombrada como una de los siete directores de vuelo de una misión que tiene como objetivo llegar a la luna.

Los miembros de la cohorte de 2022 deberán supervisar las operaciones de las misiones de la Estación Espacial Internacional, de la tripulación comercial y del programa Artemis.

“Estas personas altamente calificadas serán responsables de mantener seguros a los astronautas y de ejecutar misiones de vuelos espaciales tripulados”, dijo el director de operaciones de Vuelo de la Nasa, Norm Knight.

“Teníamos muchos candidatos destacados tanto dentro de la agencia como en la industria de los vuelos espaciales, lo que es una excelente señal del enorme talento que existe aquí en la Nasa y dentro de la creciente comunidad de los viajes espaciales”.

Directo de Cali al espacio

Diana, como parte de estas ‘personas altamente calificadas’ se ha convertido en el orgullo no sólo de un país sino también de un género, que vemos un ella un claro ejemplo de todo lo que las mujeres podemos cumplir.

Trujillo, nacida en Cali, dijo hace un tiempo para una entrevista en CNN que desde que era pequeña en la década de los 80’s y con la guerra acuestas que sufría Colombia, si era algo que el traía paz era observar el firmamento, y cuando lo hacía empezaba a preguntarse cómo funcionaba todo aquel entramado infinito. Sin embargo, no era como si quisiera pensase en estudiarlo algún día.

Su llegada a Estados Unidos

Con este ligero pensamiento que se había ido al olvido, Diana emigró a los Estados Unidos a la edad de 17 años luego de la separación de sus padres.

No obstante, sólo llego con $300 dólares en el bolsillo a este país del que ni siquiera sabía su idioma y sin conocer a nadie; por lo que trabajó limpiando casas y en una panadería durante tres años para pagar cursos de inglés.

Al mismo tiempo, sabía que era hora de elegir una carrera, pero no sabía muy bien qué estudiar. Sentía que no avanzaba, e incluso se iba a dar por vencida. Pero una revista que encontró en la Universidad de la Florida la impulsó a no desistir, en sus páginas había encontrado un artículo donde se encontraba un listado con las mujeres más destacadas en el sector aeroespacial, lo que fue como toda una revelación para ella.

Justo en ese momento se decidió, estudiaría ingeniería aeroespacial. Una profesión que además eligió por su amor a las matemáticas.

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Carrera en la NASA

Durante su carrera, fue seleccionada para ser parte del programa de la Academia de la Nasa, una pasantía de verano.

Esto, la motivó a siguió sus estudios en la Universidad de Maryland para desempeñarse como gerente de operaciones de la academia en el departamento de educación de la Nasa.

En 2007 fue la única latina en alcanzar un puesto ese año en la agencia. Empezando en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa (JPL), donde construyen la mayoría de las naves espaciales no tripuladas.

Luego integró el equipo del brazo robótico de la misión Curiosity, que tenía como objetivo principal determinar si existió vida alguna vez en Marte, y en 2014 pasó ser jefa de esa misión.

Posteriormente, se desempeñó como jefa de misión para Perseverance, el vehículo explorador de la Nasa en Marte, donde fue responsable del equipo de comando táctico del róver y del equipo que analizó la telemetría del robot para determinar su salud y su estado.

Trabajó como directora de vuelo de superficie durante las primeras operaciones de superficie del Perseverance en Marte, incluyendo la puesta en servicio y el despliegue de Ingenuity, el primer helicóptero que ha operado en otro planeta.

“Me siento afortunada porque he trabajado en los anteriores proyectos, Perseverance y Curiosity, para estudiar la posibilidad de vida en Marte, e investigar qué ha pasado en este planeta, porque las investigaciones arrojan que ahora parece un desierto y que hay una especie de río seco; entonces es como un proceso de arqueología espacial que estamos haciendo. Mientras con el proyecto Artemis debemos revisar que tenemos la tecnología para llevar los seres humanos a Marte, es como si antes de irnos de viaje analizáramos si el carro que tenemos sirve completamente”, expresó Diana Trujillo en una entrevista reciente para un medio estadounidense.

Apoyando sueños

Luego de toda esta experiencia, conformó la organización Brooke Owens Fellowship, la cual busca alentar a las mujeres jóvenes, especialmente de origen latino y afrodescendientes, para que se animen a seguirsus sueños en esta industria.

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Una idea que surgió como un homenaje a, una ingeniera amiga de ella y de su esposo William Pomerantz. Brooke murió de cáncer a los 30 años.

Asimismo, está desarrollando el proyecto She Is, el cual busca capacitar a 100 niñas de todo el territorio colombiano, entre los 9 y 15 años, de las cuales muchas consideran a Trujillo como una fuente de inspiración.

“A mí me hace muy feliz saber que hemos llegado a un punto en el que una niña puede decir ‘yo quiero ser astronauta’ y en vez de mirarla raro, podamos decir ‘vale, ven te muestro un camino que te puede ayudar a lograrlo’”, explica Diana Trujillo.

“Ser mamá me ha enseñado a priorizar, incluso, en el trabajo”

La Nasa no es la tarea más difícil que tiene la colombiana, pues dividir sus días entre ser una de las directoras de vuelos espaciales y los oficios propios de la maternidad, le han enseñado que “no todo fluye a la perfección”, y que siempre hay que buscar hacer cada actividad de la mejor manera posible.

“Ser mamá de dos niños, y colombiana, me ha ayudado a hacer mejor mi trabajo, porque eso es una cosa loca. Se presentan diez problemas en cinco minutos, y he desarrollado la habilidad de priorizar lo realmente importante de la vida”, explica Trujillo.

Curiosamente, ella, a pesar de conocer una parte de la inmensidad y magia que esconde el universo, considera que la mejor casa para sus hijos es la Tierra, “No hay lugar que yo haya explorado, que me cuide, como lo hace nuestro planeta, en todos los mundos debemos llevar herramientas para protegernos. Ahora la cuestión es averiguar como cuidarnos entre nosotros mismos”.

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