Año tras año expatriados sueñan con vivir en el «Gran Norte Blanco», en ese territorio donde hay una gran cantidad de vías migratorias, donde la calidad de vida se muestra como envidiable, las ofertas laborales son extraordinarias y los salarios son atractivos. Aunque el anterior panorama es verdad, algunos inmigrantes en Canadá deciden regresar a sus países de origen. Pero, ¿por qué? En Q’PASA te contamos diez razones.
- No logran conseguir un trabajo que se ajuste a su perfil
Aunque en la mayoría de ocasiones las personas logran encontrar ofertas laborales atractivas en Canadá, existe cierto grupo de personas que batallan más para poder hallar un empleo que se rija a su perfil profesional. Ante el desespero y angustia, los inmigrantes deciden regresar a sus naciones de origen.
- El mercado canadiense es competitivo
Canadá quiere que los mejores profesionales hagan parte de sus fuerzas laborales, pero, la búsqueda de empleo en el país puede tardar algunos meses. Esto hace que las personas deban contar con un robusto colchón financiero para sostenerse mientras logran encontrar el empleo de sus sueños.
Si la persona no logra encontrar un empleo y se le acaban los ahorros, no ve otro camino que el de regresar a su patria.
- Problemas financieros
En Canadá están algunas de las urbes con el costo de vida más elevado del continente, lo cual hace (un poco) insostenible el llevar cierto estilo de vida. Si eres una persona que tiene altas expectativas respecto a la cantidad de dinero que se ahorrará al comienzo de esta aventura, puede que te lleves una decepción.
En Canadá están algunos de los mejores salarios, pero así mismo se deben pagar impuestos y demás.
- No soportan el clima
En Canadá se viven a la perfección las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Quienes suelen vivir en zonas costeras no se adaptan fácilmente a las bajas temperaturas, las cuales pueden llegar a -20ºC o -40ºC.
- Elevados precios de vivienda
Adquirir una vivienda propia o rentar un espacio puede ser costoso si no cuentas con los ingresos suficientes para hacerlo. En Canadá hay una gran variedad de ofertas respecto a propiedades, pero, el poder conseguir el 20% de la hipoteca, puede llegar a frustrar a más de un inmigrante, por lo cual, prefieren regresar a sus países e invertir el dinero ganado en el extranjero en un bien raíz más económico.
- Algunos servicios de salud pueden ser costosos
En la nación se promueve la salud pública gratuita, pero, hay ciertos servicios que simplemente no están dentro de la categoría y si los llegas a necesitar, puede que pagues elevados precios.
Además, algunos expatriados se han quejado del sistema de salud, puesto que allí no existe como tal una medicina preventiva.
- Soledad
Puede que el hacer nuevos amigos sea un poco difícil cuando te mudas a otra nación. Aunque se suele presentar a los canadienses como amigables y cercanos, la verdad es que si vienes de un país latinoamericano, puedes sentir esto como una mentira, puesto que suelen ser muy independientes.
El sentirse solo por un período extenso de tiempo, hace que los inmigrantes deseen regresar a su país de origen.
- Nostalgia
Jamás será fácil decir adiós y mucho menos a los seres queridos. El recordar a los familiares y amigos que se tenían en el país de origen puede despertar una constante sensación de nostalgia al inmigrante, haciéndolo así regresar a su nación.
- No se adaptan a la cultura
Para nadie es un secreto que Canadá es uno de los países más multiculturales del mundo, allí residen personas de Asia, Europa y Latinoamérica, quienes llevan parte de sus costumbres al territorio, lo cual hace que la experiencia canadiense sea muy “colorida”.
Pero, a pesar de que existe tal variedad, simplemente las personas no logran conectarse con el nuevo entorno que tienen, y por ello, deciden regresar a su viejo hogar.
- No lograr comprender bien el idioma
Aun cuando el comprender el idioma inglés y/o francés es uno de los requisitos primordiales para solicitar la residencia permanente, hay muchas personas que no logran familiarizarse con la lengua, bien sea por miedo a relacionarse o por pena.
Las personas prefieren regresar a su país de origen una vez se dan cuenta que podían comunicarse “fácilmente” allí.