El 11 de junio de 2024, activistas del grupo «Animal Rising» protagonizaron un acto de vandalismo en la galería Philip Mould en Londres. Estos defensores de los derechos de los animales utilizaron rodillos de pintura para pegar carteles sobre el primer retrato oficial del rey Carlos III, obra del artista Jonathon Yeo. La protesta tenía como objetivo denunciar la crueldad en las granjas certificadas por la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA).
El acto de vandalismo
En un video publicado por «Animal Rising» en sus redes sociales, se observa a dos activistas cubriendo la cabeza del rey con un cartel del personaje Wallace, de la serie «Wallace y Gromit». Junto a este cartel, colocaron otro con un globo de diálogo que decía: «Nada de queso, Gromit, mira toda esta crueldad en las granjas de la RSPCA». Esta intervención buscaba resaltar un informe reciente del grupo, que denuncia prácticas crueles en 45 granjas aseguradas por la RSPCA.
La galería Philip Mould había abierto sus puertas para que el público pudiera apreciar libremente el retrato del monarca, una pieza que desde su presentación generó diversas reacciones debido a su estilo y composición. Yeo retrató al rey sobre un fondo de pinceladas rojo carmesí, lo cual provocó opiniones divididas entre los críticos y el público en general.
Animal Rising: La organización detrás de la protesta
Animal Rising se describe en su página web como una organización no violenta dedicada a la promoción de un sistema alimentario basado en plantas. Su campaña actual se enfoca en señalar lo que consideran «crueldad a escala industrial» en granjas certificadas por la RSPCA. El informe publicado por el grupo detalla prácticas inhumanas en las granjas, a pesar de los estándares de bienestar animal que supuestamente deben cumplir.
Según Animal Rising, la protesta frente al retrato del rey Carlos III buscaba aumentar la conciencia sobre estas prácticas y fomentar una transición hacia métodos de producción alimentaria más sostenibles y éticos. La organización argumenta que la certificación de la RSPCA encubre maltrato animal y que es necesario un cambio urgente en el sistema.
Reacciones y repercusiones
La acción de los activistas no pasó desapercibida y generó una ola de comentarios en redes sociales y medios de comunicación. Algunos usuarios apoyaron la causa de Animal Rising, destacando la importancia de las denuncias sobre maltrato animal en granjas certificadas. Otros, en cambio, criticaron el método utilizado, considerándolo una falta de respeto hacia la figura del rey y el trabajo del artista.
La galería Philip Mould, por su parte, emitió un comunicado condenando el acto de vandalismo y reforzando su compromiso con la libertad de expresión y el respeto a las obras de arte. La galería también aseguró que tomaría medidas para proteger sus exhibiciones y evitar futuros incidentes.
El artista Jonathon Yeo expresó su descontento con la protesta, señalando que si bien respeta la libertad de expresión y la lucha por los derechos de los animales, considera inaceptable el daño a obras de arte. Yeo agregó que el arte debe ser un medio para unir a las personas y fomentar el diálogo, no para ser utilizado como herramienta de protesta destructiva.
La historia detrás del retrato
El retrato de Carlos III, el primero oficial desde su coronación, se ha convertido en un símbolo de la nueva era monárquica. Jonathon Yeo, conocido por sus retratos de figuras prominentes, utilizó un estilo audaz al pintar al rey sobre un fondo rojo carmesí. Este color, asociado tanto con la realeza como con la controversia, ha sido objeto de debate entre críticos y espectadores.
Desde su presentación, la obra ha generado discusiones sobre el papel del arte en la representación de la monarquía y la modernidad de su enfoque. El retrato no solo captura la imagen del rey, sino que también refleja las complejidades y desafíos de su reinado en una era de cambios rápidos y constantes.
La protesta de Animal Rising frente al retrato del rey Carlos III es un recordatorio del poder del arte y la controversia que puede generar. Mientras la organización busca destacar la crueldad en las granjas certificadas por la RSPCA, el método utilizado ha provocado una variedad de reacciones. Este incidente subraya la tensión entre la libertad de expresión y el respeto a las obras de arte, y plantea preguntas sobre la efectividad de las protestas en la lucha por el cambio social.