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El otro lado de moneda, así lucen las cárceles para los que no son pandilleros en El Salvador

El penal La Esperanza pareciera ser uno de los ejemplos de que no todos prisioneros no son pandilleros y que estas personas si buscan resocializarse.

La cuestionada “guerra” contra las pandillas del gobierno de Nayib Bukele a casuado polémica en el mundo, pero no todas las prisiones tendrían el mismo enfoque.

A las imágenes de cientos de hombres, integrantes de la temida banda ‘Mara Salvatrucha’ desnudos y recluidos en las cárceles, otro panorama se muestra en otras prisiones salvadoreñas con personas que pagan condenas menos graves.

El penal La Esperanza pareciera ser uno de los ejemplos de que no todos prisioneros no son pandilleros y que estas personas si buscan resocializarse.

Muestra de ello, es que los reos cumplen horarios en espacios de formación formal o talleres como carpintería, textilería, zapatería entre otros oficios.

Según varios medios locales, estas tareas dentro de la prisión les ayuda a reducir su pena y a adquirir en muchos casos nuevos conocimientos para prepararse a su nueva vida cuando cumplan su condena.

Medidas para el acceso a beneficios penitenciarios

Documentos oficiales, indican que El Salvador se ha propuesto como estrategia elevar el número de personas con sentencia penal sometidas a los regímenes de confianza y de semilibertad.

Lo anterior, para favorecer el desarrollo de espacios de reinserción de las personas privadas de libertad.

Así han logrado la transformación

A través del programa “Yo Cambio” en todos los penales de El Salvador, a efectos de reducir el ocio carcelario y potenciar las habilidades de los privados de libertad para el momento en que recobren su libertad.

Potenciar la salida de privados de libertad de fase de confianza y semilibertad a los trabajos de apoyo a la comunidad con el objetivo de contribuir a su rehabilitación y reinserción.

Actualmente salen diariamente alrededor de 5000 privados de libertad y se espera llegar a 1000 en el transcurso del año.

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Habilitar los espacios en las Granjas Penitenciarias de Izalco y Santa Ana con el objetico de que los privados de libertad aprendan oficios de agricultura, apicultura, entre otros.

El Sistema Penitenciario ha implementado un modelo de granjas penitenciarias, como parte del programa “Yo cambio”.

Este es dirigido a personas que están a punto de cumplir sus condenas, para disminuir el hacinamiento y facilitar su proceso de reinserción a la sociedad.

La primera de estas granjas fue inaugurada en febrero de 2012 y en estas se realizan actividades productivas, bajo la orientación técnica de expertos en producción agropecuaria.

La población privada de libertad participa también de diferentes programas educativos, en derechos humanos, laborales, deportivos, arte y cultura, saneamiento ambiental, entre otros.

Otros aspectos que trabajan

El gobierno de El Salvador señala en varios documentos públicos que, se está implementando el “Programa de Fortalecimiento del Sistema Penitenciario en El Salvador”.

Este es financiado con un préstamo otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica, para la ejecución de proyectos de infraestructura penitenciaria y equipamiento.

Lo que permitió dice Bukele, instalar y generar nuevos espacios que permitan disminuir el índice de hacinamiento carcelario y mejorar las condiciones de seguridad, habitabilidad y rehabilitación.

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Dicho programa comprende la construcción de 2 Centros Penitenciarios nuevos; construcción y reconstrucción de 3 granjas penitenciarias y la implementación del Sistema de Monitoreo de brazaletes electrónicos.

Con esto se busca ampliar la capacidad instalada para aproximadamente 15,000 privados de libertad.

Asimismo, en relación con los centros que actualmente se encuentran en funcionamiento, se trabaja por el mejoramiento de dicha infraestructura generando espacios más dignos de esparcimiento y aprendizaje.

Explica el gobierno que, en busca de mejorar los entornos de los reclusos se han reparado paredes, techos, tuberías de agua potable y aguas negras, entre otros.

Por otra parte, a través del apoyo de la Cooperación de la Unión Europea se creó el Centro de Desarrollo Infantil en las instalaciones de la Granja Penitenciaria de mujeres en Izalco.

Este lugar, comprende la infraestructura, equipamiento, programas de salud, educación y psicológicos.

La iniciativa se desarrolló en coordinación con entidades que velan por la protección de la niñez en El Salvador, UNICEF e Instituciones no gubernamentales que orientan su trabajo de apoyo a la niñez.

  • Imagen de portada tomada/unoentrerios.com.ar
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