La inmortalidad. La búsqueda de no morir nunca. Para la humanidad que no vive más de 80-120 años, es la meca, la singularidad de la evolución humana.
Con los avances en ciencia y tecnología, algunos creen que un Humano 2.0 es alcanzable. Es la ciencia ficción de nuestros sueños (o una pesadilla, depende de cómo lo veamos).
Tal vez por eso se trata de una búsqueda que encaja perfectamente con los deseos de los empresarios de Silicon Valley, orientados al mercado, impulsados por el capitalismo y optimistas en materia tecnológica.
Es un proyecto ambicioso, dramático y optimista, y también algo a lo que sólo se puede acceder a través de las altas puertas del capitalismo: se necesita dinero para investigar y dinero para acceder a él.
Ya sea un nuevo yate, un nuevo coche deportivo o la membresía en un club exclusivo, todos los multimillonarios quieren una porción del pastel.
Un informe de P&S Intelligence afirma que se prevé que el mercado mundial de productos antienvejecimiento pase de los 191.500 millones de dólares actuales a 421.400 millones de dólares en 2030.
Y es que si bien aún no se ha materializado un antienvejecimiento mitológico, los multimillonarios llevan años invirtiendo cantidades de fortunas en la investigación de la inmortalidad, una ciencia que espera encontrar una cura para el envejecimiento.
Quién está haciendo esto
Entre los grandes nombres se encuentran está el fundador de Amazon, Jeff Bezos; el dueño de Tesla Elon Musk, los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin; el cofundador de PayPal, Peter Thiel; y Larry Ellison de Oracle.
Recinetmente, Bryan Johnson, un empresario y capitalista de riesgo con millones de dólares en activos, también ha causado revuelo por sus sorprendentes iniciativas antienvejecimiento.
Estas incluyen donaciones temporales de plasma sanguíneo de su hijo adolescente y terapia de ondas de choque para el pene.
Cómo son estos proyectos
Bezos invirtió hace poco en Altos Labs, una start-up antienvejecimiento centrada en la tecnología de revitalización celular.
En 2013, la página de Google anunció Calico Labs, otro proyecto de longevidad dedicado a explorar las causas del envejecimiento y cómo combatirlas.
Tanto Thiel como Ellison han donado millones de sus fortunas a la investigación de la inmortalidad, y Johnson, mientras tanto, ha lanzado Blueprint, un llamativo experimento de bienestar destinado a explorar «el futuro del ser humano«, según su sitio web.
Para esa empresa, «Johnson toma más de 100 suplementos al día, se somete a constantes evaluaciones médicas, mantiene una dieta estricta que prohíbe cualquier alimento después de las 11 am» y «se acuesta a las 8:30 pm», informó Rolling Stone.
Incluso ha «construido un algoritmo que me cuida mejor [de lo que] puedo hacerlo yo mismo, ha superado mis capacidades«, dijo, «Mi mente observa, mi mente ya no decide».
La IA en estos procedimientos
Desde la inteligencia artificial podría influir en la investigación sobre la inmortalidad de varias maneras.
“El argumento principal es que podremos realizar simulaciones de funciones biológicas que hoy no podemos realizar de manera suficiente con la informática y la IA contemporáneas”, escribió el experto en inteligencia artificial Lance Eliot en la revista Forbes.
Los investigadores podrán utilizar esas simulaciones para investigar formas de prolongar la vida humana sin necesidad de involucrar a personas reales en el proceso.
“En última instancia, no necesitaremos probar [la medicina] en humanos”, dijo el pionero de la IA Ray Kurzweil en una entrevista en 2022, según Eliot.
“Podremos hacer pruebas en un millón de humanos simulados, lo que será mucho mejor que hacer pruebas en unos pocos cientos de humanos reales”.
Los magnates huyéndole a la muerte
La muerte “es el próximo problema que espera ser resuelto”, dijo el periodista de la BBC Aleks Krotoski a The Guardian.
“En lugar de encontrar algo que nos dé la vida eterna, [estos multimillonarios] creen” que desbloquear este regalo para la humanidad “dará gloria a quienes lo entreguen”.
Además, en un nivel más funcional, la financiación privada (en lugar de la proporcionada por el gobierno) puede beneficiar a los investigadores en el largo plazo, ya que no están sujetos a un cronograma determinado ni a la presión de los resultados inmediatos.
Incluso si los multimillonarios que están detrás de estos proyectos tienen algo que ganar pueden «permitirse el lujo de cometer muchos errores» en el proceso de investigación, dijo al Financial Times Christopher Wareham, un científico que estudia la ética del envejecimiento.
Para Mehmood Khan, director ejecutivo de Hevolution Foundation, un proyecto de investigación sobre la longevidad respaldado por Arabia Saudita, de miles de millones de dólares “no puede ser para un puñado de personas, pues así no tiene ningún interés”.
Dijo que la organización solo está interesada en el trabajo que se pueda “democratizar” y espera “prolongar la vida sana en beneficio de toda la humanidad”, no solo de los ricos.
Cuándo estaría listo
Todavía podemos estar muy lejos, así que no contengamos la respiración. Dicho esto, hay algunos proyectos prometedores en marcha.
Pensemos en los “senolíticos”, o el estudio de tratamientos que se dirigen a las células senescentes que “se acumulan en nuestros cuerpos a medida que envejecemos”, escribió Wired a principios de 2023.
“Estas células parecen impulsar el proceso de envejecimiento, desde causar cánceres hasta neurodegeneración, y, a la inversa, eliminarlas parece ralentizarlo, y tal vez incluso revertirlo”.
Empresas como Unity Biotechnology (que cuenta con Bezos como inversor) están investigando actualmente cómo atacar a estas molestas entidades y utilizar fármacos senolíticos contra una serie de enfermedades.
Otros métodos “actualmente en ensayos en humanos incluyen la proteína GAIM de Proclara Biosciences, que elimina las proteínas ‘amiloides’ pegajosas, o la terapia génica de Verve Therapeutics para reducir el colesterol modificando un gen llamado PCSK9”, continuó Wired.
“Me parece poco probable que se prolongue significativamente la esperanza de vida máxima en el corto plazo”, dijo Sean Ó hÉigeartaigh, de la Universidad de Cambridge, a la CNBC en 2021.
“Pero identificar y detener los factores relacionados con el envejecimiento que aumentan la preponderancia y la gravedad de las enfermedades relacionadas con la edad es más plausible”.
Las preocupaciones éticas
Por supuesto, si los ricos y poderosos vivieran eternamente, o incluso más de lo que pueden vivir ahora, su riqueza e influencia no harían más que aumentar.
“Supongamos, por ejemplo, que tuviéramos una especie de vacuna contra la pandemia de la edad”, dijo Wareham, el bioeticista, al Financial Times.
“Esto va a exacerbar potencialmente todos los tipos de desigualdades existentes que tenemos… Cuanto más tiempo vivas, más se acumula tu riqueza, y cuanto más rico seas, más influencia política tendrás”.
Sin mencionar que, en muchos casos, lo único que derriba un régimen autocrático o genera un cambio social genuino es la muerte.
«Para nosotros es importante morir porque la mayoría de las veces la gente no cambia de opinión, simplemente muere», dijo en 2021 el multimillonario Elon Musk, quien se ha mostrado abiertamente ser un amante de la tecnología de la inmortalidad.
«Si viviéramos para siempre, podríamos convertirnos en una sociedad muy anquilosada donde las nuevas ideas no pudieran triunfar».
Y, por supuesto, está la amenaza siempre presente del cambio climático, que sólo podría empeorar si los humanos, ávidos de recursos, nos quedamos cada vez más tiempo en la Tierra.
“Los desafíos de nuestra huella insostenible de recursos tendrán que abordarse mucho antes de que la ciencia resuelva el envejecimiento”, añadió Ó hÉigeartaigh.
“Tenemos muchas cosas más urgentes de las que preocuparnos que los riesgos de la prolongación de la vida, como el cambio climático en el próximo siglo”.
Tecnologías para añadir juventud a la vida
El sector de la longevidad abarca varias tecnologías de vanguardia y áreas de investigación que tienen un potencial único para revolucionar nuestro enfoque del envejecimiento y la salud:
El descubrimiento de fármacos impulsado por la IA podría acelerar drásticamente la identificación de compuestos antienvejecimiento, reduciendo sustancialmente el tiempo y el costo necesarios para llevar nuevos tratamientos al mercado.
Esto podría generar un aumento en las terapias novedosas para las enfermedades relacionadas con la edad.
La reprogramación celular tiene como objetivo restablecer las células a un estado más juvenil.
Si tiene éxito, este enfoque podría conducir a terapias regenerativas que restablezcan la función de los tejidos y órganos envejecidos, lo que podría revertir aspectos del envejecimiento a un nivel fundamental.
Las terapias con células senescentes se dirigen a las células que contribuyen a la inflamación y la disfunción tisular durante el envejecimiento.
La eliminación o alteración de estas células podría aliviar simultáneamente múltiples afecciones relacionadas con la edad, lo que ofrece un enfoque de amplio espectro para prolongar la vida saludable.
Lo que también debes saber
El rejuvenecimiento del sistema inmunológico busca restaurar la función inmunológica juvenil.
El éxito en esta área podría conducir a una mayor resistencia a las enfermedades relacionadas con la edad, una mejor respuesta a las vacunas en los adultos mayores y una mejor salud general en la vejez.
La genómica y la medicina personalizada ofrecen la promesa de intervenciones personalizadas basadas en perfiles genéticos individuales.
Este enfoque podría optimizar los tratamientos para cada persona, mejorando potencialmente los resultados y reduciendo los efectos secundarios.
La epigenética y la terapia génica representan herramientas poderosas para modificar el proceso de envejecimiento desde sus raíces genéticas.
Estas tecnologías podrían conducir a tratamientos que corrijan las predisposiciones genéticas a las enfermedades relacionadas con la edad o alteren los patrones de expresión génica asociados con el envejecimiento.
Por último, las tecnologías emergentes, como la nanotecnología y los sistemas de órganos en chips, ofrecen nuevas vías para el desarrollo y la experimentación de fármacos.
Podrían proporcionar modelos más precisos de la biología humana, lo que podría mejorar la tasa de éxito de los ensayos clínicos y acelerar el camino hacia nuevos tratamientos.