Un reciente estudio revelaría que los perros sabrían cuando su amo o una persona cercana a él se siente estresado o estresada.
En ese momento en que los humanos estamos en esa condición los perros suelen según el estudio acercarse para que los abraces.
Los datos fueron publicados por PLOS One que sugiere que los perros pueden oler cuando estamos bajo dicho animo.
Lo anterior, al detectar un cambio químico en el aliento y el sudor de cada persona.
Todo esto surge porque los investigadores de la Queen’s University de Belfast tenían curiosidad por saber si los cachorros podían detectar el estado mental.
Y que claro está que lo pudieran identificar más allá de señales visuales.
Los científicos consiguieron que cuatro perros (Treo, Fingal, Soot y Winnie) los ayudaran en su estudio.
Por lo tanto, se dedicaron a entrenarlos con muestras de fluidos corporales de personas estresadas y relajadas.
Así lo hicieron
Los amigos peludos fueron entrenados sobre cómo buscar una lista de aromas y alertar a los investigadores qué muestra era la correcta.
Se tomaron muestras de sudor y aliento de 36 personas antes y después de completar un problema matemático difícil, con un intervalo de aproximadamente cuatro minutos.
También se midieron la presión arterial y la frecuencia cardíaca antes y después del problema de matemáticas, mientras que los participantes informaron sus niveles de estrés.
Los perros, que eran de diferentes razas y mezclas, fueron expuestos a muestras estresadas y relajadas de los participantes.
Se les pidió que identificaran la muestra estresada del participante, mientras que la muestra relajada de la misma persona se incluyó en la alineación.
Hasta ese momento, los científicos no estaban seguros de si existía un olor asociado con el estrés.
Pero la prueba del investigador demostró que sus pensamientos eran ciertos.
Los perros pudieron rápidamente informar correctamente a los investigadores que muestra era la muestra estresada el 93,8% de las veces.
El resultado
Los científicos concluyeron que los perros podían detectar el cambio de olor que se produce cuando los humanos están estresados.
Lo que se cree que se debe a que el estrés psicológico desencadena una respuesta fisiológica que altera el olor del aliento y el sudor humanos.
«Los hallazgos muestran que nosotros, como humanos, producimos diferentes olores a través del sudor y el aliento cuando estamos estresados”, explica el estudio.
Al tiempo que señalan que los perros pueden diferenciar nuestro olor cuando están relajados, incluso si se trata de alguien que no conocen.
Los datos de investigación precisan que los caninos tampoco necesitarían ningún tipo de señal física para poder determinar el estrés en cualquier persona a la que sean cercana.
Para qué sirve esta información
Los hallazgos se pueden utilizar para ayudar a entrenar perros de servicio y terapia.
Especialmente aquellos que se especializan en ansiedad y estrés postraumático, y hacerles saber cuándo su dueño podría necesitar un abrazo.
Estos datos permitirán entonces entender mucho mejor la relación que existe entre las personas y los perros lo que también aumentaría el nivel de comprensión de las personas a estos animales.
Los dueños de Treo, uno de los perros que participó en el experimento contaron que estaban «encantados» de que su cocker spaniel de 2 años pudiera participar en el estudio.
«Creemos que este estudio realmente desarrolló la capacidad del Treo para detectar un cambio en las emociones en el hogar», afirmó Helen Parks, propietaria del Treo a medios europeos.
Reconoció el dueño del perro que: «El estudio nos reforzó que los perros son animales muy sensibles e intuitivos y que hay un inmenso valor en utilizar lo que mejor saben hacer: olfatear«.
Helen dijo además que estos datos pueden servir «para valorar mucho más una mascota, porque con este tipo de datos se comprueba y reafirma que es sin duda alguna el mejor amigo para el hombre y la mujer».