Miami tiene una envidiable vida nocturna, hermosas playas, amplias ofertas gastronómicas y una mezcla de culturas de la que todos los que viven o visitan se enamoran.
Uno de los principales sitios turísticos de Estados Unidos es Miami, una gran ciudad para vacacionar, con atractivos turísticos de ensueño como su arquitectura art decó en colores pastel y estilo de vida playera que permiten combinar con la cultura latina y cubana, pero, a pesar de sus notables características turísticas, en la ciudad no todo es fiesta.
Miami a pesar de estar llena de negocios, visitantes y amantes de la diversión del sur de Florida, también tiene su lado no tan bueno, tiene una de las tasas de violencia más altas de Estados Unidos; las pandillas, las drogas y el crimen asociado abundan en la ciudad.
Toda el área metropolitana de Miami tiene algunas de las peores tasas de criminalidad en los Estados Unidos, pero, además de sus problemáticas sociales, la ciudad también enfrenta peligros naturales. Los huracanes y el sol fuerte son dos fuerzas opuestas pero peligrosas a tener en cuenta.
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En 2016, un estudio de 24/7 Wall Street calificó a Miami como “la peor ciudad de Estados Unidos para vivir”. El estudio se basó en la delincuencia y la pobreza, entre otras cosas. A pesar de ello, en ese mismo año Miami obtuvo el segundo mayor número de turistas extranjeros que cualquier ciudad estadounidense.
En 2017 recibió 15.9 millones de turistas, agregando $ 2.61 mil millones a la economía. Son cifras bastante atractivas para la economía de la ciudad, lo cual ha llevado al gobierno local crear iniciativas para mantener seguro a los visitantes.
Desafortunadamente, el crimen violento en Miami es uno de los más altos en los Estados Unidos, la ciudad tiene áreas por donde no es recomendable transitar, especialmente en la noche. Los vecindarios que deben evitarse en todo momento son Overtown y Liberty City, los cuales tienen la tasa de delitos violentos más alta de Miami.
La Avda. 37 SW en Cocunut Grove, Little Havana y puntos concretos del North West y de Opa-locka son zonas que deben de visitarse con precaución. A los visitantes se les aconseja vigilar las pertenencias personales sobre todo en las zonas turísticas donde se concentran grandes multitudes de turistas.