Desde hace un par de años, Cholón, una pequeña playa en la isla de Barú, a una hora de Cartagena, se ha convertido en un destino imperdible en Colombia. Especialmente para cientos de jóvenes que se dan en cita cada fin de semana a bordo de unos yates desde las nueve de la mañana y hasta que se pone el sol.
Este peculiar lugar, podría incluso atribuirse el título de ‘el paraíso de la rumba’, pues la isla en la que se ubica es una de las más hermosas del caribe colombiano. Aquí el mejor plan es tomar licor y bailar en traje de baño hasta que el cuerpo aguante, o hasta que el oleaje lo permita.
Las polémicas de Cholón
A pesar del ambiente de fiesta y diversión, Cholón se ha visto involucrado en un par de escándalos. Uno de ellos es con respecto a los múltiples accidentes que han tenido lugar en la isla, algunos incluso con desenlaces fatales.
Esto, puso en el ojo del huracán al balneario turístico, especialmente porque el aumento de estos casos fue evidente, especialmente debido al exceso de botes que llegan y a la falta de señalización que hay para los bañistas.
Igualmente, una de las razones por las que se ha cuestionado el turismo en la isla es por lo exorbitantes precios en los productos que ofrecen.
Más de una vez ha sido noticia la queja generalizada de visitantes que han pagado sumas exageradas por productos con una picada mixta (varios tipos de carne y pescado) por valor de USD$100 que escasamente alcanza para comer 3 personas.
Esto termina generando enfrentamientos constantes entre los nativos y turistas que no dudas en hacer las respectivas denuncias públicas, incluso ante medios de comunicación.
Sexo, drogas y más excesos
Es sabido que el ambiente de rumba en Cholón comienza a descontrolarse en términos de exceso de ruido y consumo de alcohol, lo que pone en riesgo la misma seguridad de los visitantes.
Sin embargo, lo más grave del asunto, son los conocidos sucesos alrededor de las drogas y la prostitución, que si bien eran un secreto a voces quedaron expuestas hace poco tiempo, cuando se desmanteló una banda delincuencial que operaba en esta área.
Investigación que se encontraba en curso desde el 2019 y por la que fueron capturadas más de cinco personas bajo los cargos de inducción a la prostitución, constreñimiento a la prostitución, tráfico y porte de estupefacientes y concierto para delinquir con fines de tráfico de estupefacientes.
De esta forma, en estos botes, que pueden alquilarse desde USD$500, llega un ‘harén’ de jovencitas con unos pocos hombres, con lo que al parecer es el ofrecimiento de su servicio sexual y e venta de drogas, esto de acuerdo con las autoridades colombianas.
Así lo que parece ser un centro turístico de diversión se transforma en la puesta en marcha de asociaciones que apuestan por estos delitos para delinquir.