La historia de la gastronomía está intrínsecamente relacionada con la historia de la humanidad, ya que el ser humano, como ente biológico, necesita de la alimentación para su subsistencia.
Sin embargo, al estar dotado de conciencia y sensaciones, la alimentación es más que un factor fisiológico, es fuente de placer, un goce sensorial e incluso estético.
Conforme ha avanzado en su civilización, el ser humano siempre se ha preocupado de hacer elaboraciones que no solo calmasen su apetito, sino que fuesen agradables a la vista, que tuviesen buen olor y buena presentación, por lo que ha desarrollado una puesta en escena con diversos utensilios, como vajilla, cubiertos, cristalería, servilletas, manteles, velas, flores o centros de mesa.
A la vez, la alimentación se ha convertido en un ritual social, en el que personas con diversas relaciones afectivas o sociales se reúnen para la celebración de determinados eventos, como aniversarios, bautizos, comuniones, bodas o incluso, en determinadas culturas, funerales, así como reuniones de negocios o laborales, fiestas colectivas por barrios o municipios, y otros.
Hoy en Q’Pasa les contaremos cuáles son los países con la peor gastronomía en Latinoamérica.
Hay que decir que al momento de consultar distintos blogs de cocina y expertos en la materia que escriben a lo largo y ancho de Latinoamérica, son pocos los países que entran en este listado y que básicamente ocupan las últimas casillas de las mejores gastronomías.
Cuba
La comida en la capital de Cuba se basa principalmente en arroz, frijoles, camarones y carne de cerdo.
«Son mejores los músicos que amenizan la estancia que los que están a cargo del fogón o el servicio de mesas», dice Paco Nadal, columnista del diario El País.
Su poca variedad gastronómica no le hace justicia a la belleza de la isla, la calidez de su gente, ni a su riqueza cultural.
Brasil
Esta nación reconocida por su gran fruto futbolero, aparece en el ranking con el plato quibebe, es decir en esta nación nos es que haya mala gastronomía en general, pero clasifica anivel internacional como uno de los peores platos.
Se hace con calabaza, cebollas y morrón. Se sirve antes de un plato principal más grande o de la comida principal.
Colombia
Esta nación suramericana aparece entre las peores gastronomías no porque en realidad sea así, si no por la calificación de uno de sus platos, la changua.
Esta sopa tradicional colombiana obtuvo sólo 3 puntos en el ranking. Se suele servir en el desayuno y consiste en agua hervida, leche, cebollas, cilantro, perejil y un huevo que se rompe en el líquido mientras se cocina. ¡Una fiesta de sabores en la boca!… Se toma con arepas o pan duro.
Argentina
Este país, le ocurrió lo mismo que a Colombia, si bien tiene una muy buena e internacional gastronomía, hay algunos platos que no califican y los turistas rechazan mucho.
Tomates rellenos: La tercera comida más fea de América Latina con 3.1 puntos en el ranking es argentina, y probablemente muchos coincidan: los tomates rellenos.
Lo más común es usar tomates grandes, y adentro poner casi cualquier cosa, aunque los clásicos son arroz, atún y huevo duro. Es un clásico de Navidad y verano.
Los cuidados al momento de comer en la calle
Si sigues una dieta rigurosa (baja en azúcar, baja en sodio, vegetariana) o tienes alergias a ciertos alimentos, siempre pregunta sus ingredientes y el método de preparación, especificando por qué preguntas.
Si te encuentras en un lugar donde hablan otro idioma, siempre es bueno preparar algunas frases para descifrar el contenido de la comida.
Cuando tu cuerpo necesita luchar contra bacterias “malas”, es necesario tener suficientes bacterias “buenas”. Antes y durante tu viaje, consume alimentos con probióticos, o suplementos, para equilibrar y reponer las bacterias buenas.
Al viajar, siempre es una buena idea llevar un pequeño botiquín con medicamentos anti-diarreicos, anti-espasmódicos y antiácidos.
El agua es uno de los puntos más críticos al comer en la calle. Es la materia prima de muchos platillos, pero puede estar contaminada con agentes biológicos, químicos o físicos.
La mayoría de los puestos ambulantes no tienen acceso directo a un suministro de agua potable, por eso muchas veces lavan los utensilios, incluidos los platos en los que sirven a los comensales, en agua sucia que se ha utilizado muchas veces.